Un vigilante muerto y sus homicidas detenidos fue el resultado de un suceso que se registró entre la una y las dos de la madrugada de ayer, en un estacionamiento de transporte de carga pesada, ubicado al final de la Circunvalación Norte, adyacente al Distribuidor San Francisco, al oeste de la ciudad.
Entraron armados
Eduardo Palmar Palmar, de 35 años de edad, tenía poco más de un año trabajando como vigilante en el estacionamiento. Allí vivía, siempre prestaba sus servicios de noche y aparentemente a este hombre le habían proporcionado un arma para su protección. Se trataba de una pistola calibre 380.
La madrugada de este sábado Palmar se encontraba en compañía de otro de los trabajadores y por la parte posterior ingresaron dos sujetos fuertemente armados, quienes tenían intención de entrar y robar, pero el vigilante se percató de la situación y sin temor alguno empuñó su arma y les disparó. Pero antes, uno de los delincuentes también disparó e hirió en el pecho al cuidador, a quien logró despojarlo de su arma de fuego.
El proyectil disparado por Palmar logró derribar a uno de los hampones, hacia una zanja que hay en uno de los terrenos de la parte lateral, y luego ambos sujetos lograron escapar.
Reconocen a homicida
La persona que acompañaba a Palmar de inmediato avisó lo sucedido y lo trasladó hasta el Seguro Social Pastor Oropeza para que lo atendieran. Este no soportó y falleció. De forma paralela estaban ingresando a un sujeto quien tenía una herida rasante en la región temporal. El acompañante de Palmar observó bien al paciente y esperó que llegara la comisión del Eje de Homicidio del Cicpc. Una vez que se entrevistó con los funcionarios, señaló al herido como uno de los ladrones y estos de inmediato procedieron a detenerlo e identificarlo como Joander Marcelo Zerpa Pérez, de 24 años de edad, quien reconoció lo que había hecho y llevó a los sabuesos hasta Oscar Enrique Peña Mercado, de 18 años de edad.
Ambos detenidos son de Prados de Occidente, comunidad ubicada al oeste de Barquisimeto. En el procedimiento logró incautarse un revólver calibre 38, pero aún se está indagando en dónde estos presuntos delincuentes pudieron haber entregado la pistola que le quitaron al vigilante; además de determinar su procedencia, porque hasta ahora no han indicando si el arma que tenía Palmar tenía un porte legal.
Cabe destacar que según la ley, los vigilantes o cuidadores deben prestar sus servicios totalmente desarmados.
En las afueras de la morgue se encontraba un hermano de Eduardo Palmar, pero no quiso decir nada al respecto. Se conoció que los restos del vigilante serán trasladados hasta tierra zuliana, específicamente a la frontera con Colombia, lugar natal del vigilante y donde se encuentra toda su familia.