Para el ciudadano común, la anorexia y la bulimia suelen ser los únicos trastornos alimenticios existentes. Sin embargo, tuvimos la oportunidad de conversar con María Laura Couri, una joven psicóloga que nos instruyó al respecto, ahondando un poco más acerca de ciertos problemas de este tipo que, aunque son menos conocidos, resultan igual de destructivos
Es bien sabido por todos, que una buena alimentación es base fundamental para una vida saludable y llena de energía, así como para mantener nuestros valores dentro de los límites normales y evitar ciertas enfermedades. De igual modo, para nadie es un secreto que hacer ejercicios resulta sumamente favorecedor para nuestro organismo, pues esto induce la segregación de una serie de sustancias conocidas como “hormonas de la felicidad” que nos ayudan a mantener un buen estado de ánimo, bajar los niveles de stress y drenar las emociones negativas.
Como es de suponerse, esto es vital para mantener el equilibrio correcto de cuerpo y mente, pues es una excelente terapia a la hora de combatir determinados padecimientos físicos o mentales. Sin embargo, María Laura Couri, licenciada en psicología, con maestría en orientación sexológica y especialista en terapia sistémica relacional, nos confesó que ve con preocupación la indetenible proliferación de páginas web, redes sociales, mensajes publicitarios o personas que se autocatalogan como “expertos en la materia”, que promueven la vida saludable de una forma tan estricta y exagerada que pudiese incluso desencadenar trastornos de conducta y alteraciones en el patrón de consumo, distorsionando la relación armónica que debe existir entre el individuo y la comida.
De hecho, desde hace cierto tiempo se ha venido desarrollando en el mundo entero, una propuesta de vida más saludable en la que la buena alimentación y las rutinas de ejercicios juegan un papel protagónico. Sin embargo, eso de la “onda fit” ha traspasado los límites de lo que es realmente conveniente para nuestro cuerpo, pues comer únicamente ciertos grupos alimenticios se ha convertido en una obligación y el ejercicio se ha tornado obsesivo, combinación letal que, de no ser controlada a tiempo, puede desencadenar adicciones tan dañinas y destructivas como cualquier otra.
Según la experta, la alarma empieza a sonar cuando la persona comienza a desencajar en los grupos sociales, sufre cambios repentinos de humor, ve afectada su vida cotidiana, tiene problemas en las relaciones interpersonales o se limita en sus actividades normales, lo que evidentemente representa un problema.
Así, a través de estas líneas, los invitamos a tener una vida sana pensando no sólo en el aspecto físico, sino también en el estado de salud. No nos permitamos obsesionarnos con la alimentación ni caer en la adicción al ejercicio, aprendamos a valorar la belleza más allá de la apariencia y a cuidar nuestra mente de la misma manera que lo hacemos con el cuerpo, cultivemos el autoestima y crezcamos tanto por dentro como por fuera.
“Hay una distorsión en lo que a belleza respecta, pues únicamente consideramos atractivo a quien tiene un buen físico y no tomamos en consideración características importantes como su nivel de cultura o su calidad humana”
“Lo ideal es tener hábitos alimentarios regulares y comer balanceadamente unas 4 o 5 veces al día. Por el contrario, picar a cada rato o saltarse las comidas, es propio de una conducta alterada”
“También sufre de un trastorno alimenticio no específicado, aquella persona que excluye ciertos grupos alimenticios, tiene una dieta monótona o come en cantidades excesivas”
“Nuestra vida no puede girar en torno a lo que comemos. Debemos tener una dieta balanceada, pero sin obsesionarnos con las calorías que consumimos ni con el ejercicio físico”
Información: 0414 – 5445470
¿Qué es la vigorexia?
Se trata de una preocupación obsesiva por la apariencia física, en la que verse bien es fundamental sin importar qué tan dañinas sean las sustancias que se consuman para engrosar la masa muscular, ni detenerse a pensar qué tan balanceada es realmente la alimentación que se está teniendo para llegar a la meta. En este caso, las jornadas de ejercicios se vuelven extremas, las horas en el gimnasio son cada vez más y la alimentación se empobrece progresivamente, lo cual ocasiona alteraciones metabólicas considerables que, además de dañar la salud, provocan cambios bruscos en el estado de ánimo.
Hablemos de la ortorexia
El término hace referencia a una obsesión patológica y perjudicial, por consumir comida que se considera saludable, lo que según los expertos puede llevar a la desnutrición e, incluso, a la muerte. Es un trastorno en el que la persona únicamente come ciertos grupos alimenticios y descarta por completo otros por el simple hecho de contener grasa, conservantes, colorantes artificiales o carbohidratos, ignorando que estos también son indispensables para el funcionamiento del organismo.
Conozcamos la drunkorexia
Se caracteriza por una conducta alimentaria desordenada y el consumo excesivo de alcohol. Es mayormente visto en personas jóvenes del sexo femenino, quienes prefieren dejar de comer para no ingerir las calorías de los alimentos y poder tomar bebidas alcohólicas sin aumentar de peso, con la intención de emborracharse rápidamente y ahorrar el dinero de la comida para comprar más licor. Este fenómeno es una peligrosa mezcla entre la anorexia y el alcoholismo y, como es de imaginarse, es sumamente perjudicial para la salud de quienes lo padecen, pues puede causar daños graves en hígado y corazón.