En horas de la noche del jueves, fue asesinado José Francisco Rodríguez Rodríguez, de 24 años de edad, y quien era apodado por sus amigos y familiares como Caralampio, hecho ocurrido en una zona apartada y boscosa del municipio Jiménez, en el kilómetro 8 de la vía a Guadalupe.
Según se conoció en el día de ayer, Caralampio era un obrero de haciendas aledañas a un caserío que queda en dicha zona, llamado Caserío Torres. Sin embargo, se conoció de manera extraoficial que el joven de 24 años de edad incurría en algunos delitos de robo de forma esporádica y cobraba rescate. La tarde del jueves, y tras supuestamente robar una moto a uno de los integrantes de una banda cercana, pidió un rescate que sería cobrado en la zona apartada del sector. Cuando llegó a esta zona, unos sujetos lo interceptaron y le dispararon en una ocasión en la parte frontal de la cabeza. El hecho, que se registró a eso de las 5 p.m., se conoció minutos después cuando familiares salieron a la búsqueda del cuerpo después de escuchar las detonaciones y el comentario de algunos vecinos que asumieron que pudiese tratar del Caralampio.
En la mañana de ayer, familiares de la víctima se encontraban en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, quienes explicaron que José Francisco “no era ningún choro”. Ellos comentaron que Caralampio salió de la casa en horas de la tarde del jueves en compañía de su compadre, “y pensamos que salía para el Hospital Baudilio Lara ya que su esposa estaba dando a luz”, dijo uno de ellos.
Sin embargo, horas después conocieron la noticia. Quienes vieron salir al Caralampio indicaron: “Él salió con Anthony Antonio Medina Torres, conocido como El Chiquito. Él debe saber qué pasó, porque después, llegó tranquilo a su casa, se bañó, se vistió y se perdió”, reseñaron sus conocidos.
Los dolientes explicaron que el joven se dedicaba a recoger pacas de heno en las haciendas del lugar y, recientemente, era ayudante de albañil en una construcción cercana.
