Este miércoles en la madrugada, vecinos del sector La Frontera de la comunidad El Cementerio en Río Claro, fueron sorprendidos por el estruendo que causó la crecida de la quebrada La Parra, producto del desbordamiento de una de las lagunas que se encuentra montaña arriba.
“Eso sonó muy duro. Nos dio miedo, parecía como si muchos camiones venían bajando. Todos dormíamos y cuando nos levantamos vimos como el agua arrasaba con todo a su paso. Desde la 1:00 de la madrugada estuvimos despiertos. Hasta la 5:00 a.m. bajó el agua”, contó Pedro Sánchez.
Por al menos dos kilómetros se extiende la quebrada. El agua alcanzó unos tres metros de altura. El grueso lodo y la fuerte corriente arrastraron animales, árboles y enseres, además de algunos pedazos de gaviones, paredes y techos.
En total, dos familias resultaron damnificadas. La casa donde viven Rafael Mendoza y Margarita Romero y el hogar del señor Leonardo Pérez.
Aracelis Traviezo y León Medina, representantes del Consejo Comunal El Cementerio, contaron que desde hace veinte años aproximadamente no se crecía la quebrada. “Esto ocurrió por negligencia del Gobierno. Estamos cansados de introducir cartas para que atiendan a la comunidad que bastante necesidades tiene. Desde hace tiempo solicitamos una máquina que canalice la quebrada y nadie nos da respuestas y para acá han venido Alfredo Ramos, Henri Falcón y Luis Reyes Reyes, pero ninguno ha hecho nada”, reclamó Traviezo.
Margarita Mendoza mencionó que un estruendo la despertó a la 1:00 de la madrugada, pensó que era una tormenta, cuando se asomó y vio la fuerza del agua, salió de su hogar junto a su esposo. “Le pedíamos a Dios que calmara el agua mientras veíamos como se llevaba las gallinas, las pipas, la batea, parte del techo, la cama, los corotos, cables de luz y árboles. Permanecimos fuera de la casa todo el tiempo, luego llamamos al Destacamento 14 para que nos enviaran una unidad. Los bomberos nos dijeron que debemos desalojar el lugar, pero no tenemos a donde ir”, dijo Mendoza.
La dama añadió que esas lagunas se encuentran en la finca de Juan Gomero y el agua que las nutre viene de la montaña Bombón.
“Esas lagunas tienen dueño y se desbordó la más pequeña porque seguramente se pasó de agua y no fue controlado”, argumentó.
No podremos dormir más, expresó Leonardo Pérez quien salió de su casa junto a su esposa y dos hijos pequeños para resguardarse mientras el lodo cubría parte de su casa.
“La casa temblaba, el agua arrastraba troncos y piedras. El lodo reventó varios árboles”, apuntó.
A media mañana constatamos que una máquina limpiaba la zona, no obstante, más que el barrido del lodo, escombros y árboles, es necesaria la adecuación de la zona, la canalización de la quebrada y mejoras en toda la comunidad.
“En la comunidad hay chicungunya y dengue, ahora con tanta agua estancada se multiplicarán los zancudos. Necesitamos que por aquí fumiguen”, dijo León Medina.
Es de mencionar que la comunidad El Cementerio tiene 14 sectores y más de 300 familias viven a lo largo de la quebrada.
