Los gritos de dolor de Esteban Castillo, son aterradores. El olor a carne podrida es más dramático, pues en la pierna izquierda, a la altura de la pantorrilla tiene un gran hueco gangrenado de donde se desprende gusanos y lo rodean las moscas. Tumbado en una acera frente al restaurante la Nueva Campiña, esteban permanece a la espera del auxilio gubernamental.
Freddy Meléndez, dirigente de Los Naranjillos, alertó sobre el lamentable escenario, comentando que el indigente llegó al lugar hace algo más de dos meses. “Hay personas que dicen conocerlo y ubican a la familia en urbanización Las Acacias, parroquia Cabudare. Tiene seis hijos pero él mismo grita que vive en El Trompillo”, sostuvo Meléndez, agregando que la herida fue producto de una bala y hay quienes afirman que fue causada por un arrollamiento. Luego de dirigir comunicados al 171, 911, Protección Civil, Bomberos de Palavecino y Prefectura, sin respuesta, Meléndez informó a EL IMPULSO sobre el caso.
Desde la redacción establecimos comunicación con el alcalde de Palavecino, José Barreras, quien se comprometió atender inmediatamente a este venezolano.
