En ocasión de la 70° Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se desarrolla en Chile, representantes de diferentes países presentaron sus informes acerca de la Libertad de Prensa.
Las agresiones contra periodistas, el deterioro de la libertad de expresión, el recorte de la publicidad oficial en medios con líneas editoriales críticas al Gobierno y el asesinato de reporteros independientes, marcaron la agenda ayer domingo, cuando también se pronunciaron Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP; Catalina Botero, exrelatora especial para la Libertad de Expresión de la OEA; José Miguel Vivanco, director de la División América de Human Rights Watch y Edison Lanza, actual relator especial para la Libertad de Expresión.
A través del enlace www.sipchile.org, apreciamos que por Venezuela rindió cuentas Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional, quien explicó que el informe lo redactó Carlos Eduardo Carmona, vicepresidente regional por Venezuela en la SIP y presidente de EL IMPULSO.
Otero agradeció a los periódicos el préstamo de papel prensa para El Nacional, específicamente a Andiarios de Colombia, El Universal de México, La Nación de Costa Rica, El Tiempo de Bogotá, Un nuevo día de Puerto Rico, El Comercio de Perú, El Mercurio de Chile, La Nación de Buenos Aires, El País de Uruguay, O Globo de Brasil y Trinidad Express de Trinidad.
“Todos estos periódicos han hecho posible que sigamos circulando estos últimos meses”, dijo.
Durante su intervención destacó que la libertad de información se ha agravado. La violencia de Estado y la disolución del Estado de Derecho, son los nuevos signos de nuestra convulsa realidad.
“Los últimos seis meses se produjo en el país una cantidad impresionante de manifestaciones públicas en el curso de las cuales muchos ciudadanos fueron detenidos, amenazados, torturados o procesados judicialmente”.
Labor entorpecida
Acotó que a varios trabajadores de la prensa les fueron decomisados sus equipos o fue entorpecida su labor por efectivos militares o grupos civiles armados identificados con el Gobierno.
Desde el mes de febrero, prosiguió, estudiantes protagonizaron protestas en todo el país, ejerciendo un derecho consagrado en la Constitución Bolivariana, sin embargo, fueron repelidos por militares con el uso de armas de guerra y sustancias tóxicas prohibidas. El saldo de esas terribles actuaciones es de 31 muertos y al menos 40 casos de tortura debidamente documentados.
A más de 2.000 jóvenes los encarcelaron y sometieron a medidas cautelares judiciales, varios de ellos, por tener casa por cárcel perdieron su respectivo semestre en las universidades.
Otero recordó que recientemente, el centro de Caracas fue escenario de un prolongado e intenso enfrentamiento armado entre las fuerzas policiales y grupos paraestatales afectos al Gobierno con saldo de otras cinco muertes.
“En todos esos hechos las fuerzas del orden público han impedido el trabajo de los periodistas. Otros medios han guardado silencio. Todo esto ha sido denunciado ante las instancias judiciales y fiscales sin encontrar respuestas a esas violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos tutelados por la Constitución Bolivariana”.
En ese sentido, afirmó que persiste el control comunicacional del Estado sobre el espectro radial, televisivo y escrito, con tendencia a expandirse hacia las redes sociales.
Mencionó que el portal web del canal NTN24 fue bloqueado en Venezuela en septiembre de 2014, ya en febrero su señal había sido retirada de todas las operadoras de cable por órdenes directa de Nicolás Maduro. “Hay más de 2.000 páginas permanentemente bloqueadas, la más reciente fue Infobae”.
Por otra parte, vale resaltar que desde el mes de abril se conoció del cambio de propietario y en consecuencia de la línea editorial de El Universal.
“No es posible conocer quiénes son los dueños de ese periódico y cuáles son sus intereses. Es evidente el retiro de articulistas y periodistas, la caricaturista Rayma Suprani fue despedida tras prensar una pieza referida a la crisis de salud en el país”.
La autocensura ha cobrado auge en el país, hay comunicadores envueltos en procesos judiciales penales, con prohibición de la salida del país, existen campañas de difamación y la pérdida de la licencia en al ámbito radioeléctrico.
“Es notorio que periodistas comienzan a soslayar las noticias incómodas de una forma que raya en la antítesis del periodismo”.
El presidente de El Nacional se refirió también al cierre de portales web y cuentas de Twitter por difundir noticias críticas a la revolución bolivariana, eso basta para tildar al responsable de traidor a la patria.
Amenaza
La prensa escrita atraviesa por otra amenaza para subsistir, se trata de la escasez de papel periódico y demás insumos esenciales, limitante que genera el cierre paulatino de medios independientes o la reducción de sus páginas a mínimos históricos.
“El gobierno mantiene en el limbo desde hace más de 18 meses la transferencia de divisas a proveedores de papel. En consecuencia, nos afecta la pérdida de líneas de créditos y la imposibilidad de asegurar importaciones de toda índole en un país donde todo escasea, nada se produce y casi todo se importa”.
El Estado venezolano creó la Corporación Alfredo Maneiro encargada de procesar las importaciones de papel y revender a discreción las cantidades requeridas por los medios impresos. Todo el papel que importan lo hacen con el presupuesto nacional.
“Nos involucran en magnicidios y terrorismo para sembrar miedo y deslegitimarnos. Desde el poder usan al Seniat para revisarnos, además de la inseguridad a la que estamos sometidos todos los venezolanos”.
Caso EL IMPULSO
Por tercera oportunidad este año EL IMPUSO con 110 años de existencia estuvo a horas de interrumpir su circulación por falta de papel, leyó Otero.
En las dos fechas iniciales desempeñaron un papel fundamental para impedirlo los oportunos prestamos de papel de Andiarios, en la tercera coyuntura se logró una negociación in extremis con la Corporación Maneiro.
El casi cierre de EL IMPULSO quedó atrás como un capítulo oscuro pero superado en la historia de la prensa venezolana.
En estos instantes más de 30 medios impresos están afectados por la escasez de papel y al menos 12 han dejado de circular temporal o definitivamente. Actualmente el diario Tal Cual carece de papel y sufre una gama de acosos judiciales.
Otero agradeció los esfuerzos realizados por Claudio Paolillo, Ricardo Trotti y Julio Muñoz, quienes vigilan de manera exhaustiva el sistemático cercenamiento de la libertad de expresión en Venezuela.
“Aplaudo el reclamo que desde la SIP se ha elevado a causa de la inacción de los gobiernos miembros de la OEA frente a los gravísimos atentados que el régimen de turno perpetra en Venezuela contra la libertad de expresión, derecho que no sólo atañe a los periodistas sino a la ciudadanía en su totalidad”.
Recordar los orígenes
Claudio Paolillo afirmó que las leyes para el acceso a la información se han convertido en letra muerta. “Está muy bien que discutamos cómo hacemos viables nuestras operaciones periodísticas en la era digital pero no perdamos de vista que la prensa existe para que los ciudadanos sean más libres, el periodismo implica poner en riesgo hasta la vida para cumplir con ese objetivo, si olvidamos eso no nos salvará ni Google, ni Twitter ni Facebook, volver a las fuentes y recordar los orígenes es lo que tenemos que hacer para que la interminable lucha por la libertad de expresión ilumine nuestras acciones y compromisos”.
Lamentó que en Venezuela diversos medios no tengan papel para existir así como que los medios extranjeros son echados del país cuando disgustan al Gobierno venezolano.
Por otra parte indicó que la censura muestra toda su altanería en Bolivia, donde los candidatos de la oposición enfrentaron serias restricciones judiciales y legales para aparecer en los medios de comunicación durante las recientes elecciones, asimismo, dijo que la censura exhibe su impudicia en Argentina mediante una aplicación discriminatoria de la Ley de Servicios Audiovisuales.
“La censura también asoma su feo rostro en Colombia y Haití, con amenazas para regular el derecho humano a expresarse libremente. Además, la censura se está metiendo como una flecha en el mundo digital para limitar el flujo informativo. En México, Argentina, Perú, Guatemala y Venezuela, redes como Facebook y Twitter, son empleadas para atacar a medios de comunicación”.
Quienes resisten son héroes
Catalina Botero recordó que la relatoría de la libertad de expresión es la última barrera contra la arbitrariedad de los estados que quieran acabar con la libertad de expresión, tanto para el periodista que no encontró justicia en su país, como para las empresas de comunicación.
Hace seis años, dijo, la relatoría no tenía protocolos, ni estándares claros. Por lo que el reto fue crear una institución que hoy es un referente regional.
“Hoy estamos presentes en la agenda legislativa de la mayoría de los estados. Hoy somos una institución sólida, capaz de resistir los embates”.
La Relatoría llevó a cabo un procedimiento riguroso de monitoreo. El informe de 650 páginas fue entregado a 35 cancillerías, las cuales no encontraron un párrafo que tuviera alguna falsedad, por lo que nadie podría desconocer lo que ocurre en Venezuela, desde hace seis años se reporta de manera sistemática y ordenada lo que pasa en esta nación.
“Al crimen organizado, la minería ilegal, el contrabando y el tráfico de personas, los gobiernos están respondiendo de manera fragmentada y débil. Como la prensa investiga sobre esos flagelos, son el blanco de los Estados”. La Relatoría también trabaja sobre las medidas estatales que buscan silenciar supuestamente dentro del Estado de Derecho, excusados en leyes ambiguas, a la prensa crítica, quitándole el papel, metiendo en la cárcel a los periodistas que investigan, “Esto no es un problema de izquierdas y derechas, es un problema de arbitrariedad versus democracia. Quienes resisten son héroes que no se han dejado doblegar”.