El dispositivo «wearable» -vestible, en español- de Microsoft se prepara para presentarse en las próximas semanas. Desde hace varios meses se lleva rumoreando que la firma de Redmond estaba trabajando en su propio reloj inteligente para competir con otras grandes marcas como Apple, que el próximo año desembarcará en esta emergente tecnología el próximo año.
Según ha desvelado «Forbes», el «smartwatch» bajo el paraguas del gigante del software integrará diferentes sensores pensados para la monitorización de la actividad físicas y un catálogo de aplicaciones para fitness además de contar con un pulsómetro integrado para hacer seguimiento de la frecuencia cardíaca del usuario, un concepto ya existente en otros dispositivos portátiles del mercado. Claro está, que el sistema operativo, según se puede intuir, funcionará mediante Windows o una plataforma propia con base a este sistema, pero sería compatible con otras plataformas como iOS y Android.
Eso sí, una de las diferencias de este «gadget» para vestir respecto a los rivales es la promesa de una duración de la batería superior a dos días en un uso regular, lo que superaría a otros modelos existentes en el mercado que no consiguen llegar a una jornada completa. Precisamente, esta, la baja autonomía de estos aparatos, está detrás de su escaso uso entre los ciudadanos.
Si bien grandes empresas de tecnología como Apple o Samsung han decidido poner un pie en esta nueva categoría tecnológica, aún está por comprobarse si estos aparatos cautivan a los usuarios como en su día provocaron los teléfonos móviles inteligentes o «smartphones».
Así, Microsoft podría enfrentarse a un importante reto de tratar de vender una nueva pulsera inteligente mientras los analistas coinciden en que el reloj de Apple, el Apple Watch, será el mayor atractivo del próximo año. Apple mostró su «smartwatch» el pasado 9 de septiembre, un dispositivo que combinará funciones para hacer seguimiento de la salud con aspectos más funcionales gracias a internet.