En los últimos años se ha notado un repunte en la aparición del cáncer de mama, pero no se trata de una mayor incidencia de la enfermedad, sino que obedece a una detección más temprana, precoz y adelantada al diagnóstico que anteriormente no se realizaba.
La educación ha influido en este aspecto, cada vez son más las mujeres consientes del riesgo de desarrollar cáncer de mama y conocen la importancia de realizarse una mamografía, acudir al médico especialista en una consulta, más que para diagnosticar una malformación en el seno, adelantarse a que la enfermedad llegue a una fase más avanzada.
El Dr. Javier Soteldo Clavier, vicepresidente de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SA), destacó que el cáncer de mama ha superado al de cuello uterino. Se trata de una enfermedad multifactorial que es desencadenada por mala alimentación, hábitos de la paciente y en 10% de los casos por antecedentes hereditarios, mutaciones genéticas identificadas como BRCA1 y BRCA2, y en más alto riesgo un 70% desarrollan la enfermedad antes de los 70 años.
Lo importante es que cada vez son más las pacientes que son diagnosticadas de forma temprana, dando mejor pronóstico.
“Las personas han tomado conciencia, luego de 68 años trabajando de informar a la sociedad desde la SA, hemos visto el aumento de las consultas en pacientes jóvenes, cada vez son más quienes acuden voluntariamente a realizarse sus mamografías y ecografías y acuden a la consulta de mastología”.
En Venezuela, según la Sociedad Venezolana de Mastología se establece que el inicio de la pesquisa mamaria con mamografía debe ser a partir de los 35 años de edad, sobre la base epidemiológica de incidencia del cáncer.
El manejo de las emociones asociadas con el cáncer es sumamente importante. El Dr. Fabio Adami, explicó que una paciente al principio puede tener un esquema de negación de la enfermedad, pero después debe ser acompañada y darle su tiempo para asumir la realidad, llevarla al esquema de enfrentamiento y espíritu de lucha.
“La paciente puede tener tendencia a irse a la desesperanza, nuestro deber el llevarla a ese espíritu de lucha, que sea proactiva, busca información, quiere participar en el tratamiento y se une a la batalla pero sin garantías totales”.
Estas terapias ayudan a hacer más llevadera la enfermedad y en muchos casos pueden dar una actitud más positiva que contribuya a la recuperación de la paciente.
Pronóstico reservado
El mastólogo Fabio Adami, destacó que en cuanto a los tratamientos en Venezuela se encuentran atados de manos. En los últimos seis meses se eligen los tratamientos no en base a las estadísticas científicas sino a los medicamentos que se encuentran disponibles en el país, lo cual conlleva un riesgo y una repercusión sobre el pronostico de la paciente.
“Pacientes oncológicos no se pueden operar por no contar con los insumos adecuados, es difícil dar el matíz correcto cuando no contamos con los medicamentos y fármacos adecuados, especializados y en ocasiones los últimos disponibles en el mercado con la más avanzada tecnología, que hasta hace pocos meses si estaban disponibles en el país y que actualmente han desaparecido”.
Dijo que en Venezuela se está haciendo una medicina de hace 20 a 30 años, donde las cirugías más radicales vuelven a utilizarse en vez de tratamientos más preservadores, por no contar con la seguridad, por ejemplo, de poder administrar la radioterapia para los tratamientos cancerígenos.