Partidarios del gobierno y opositores miden fuerzas el sábado en las calles de Caracas con marchas en las que los adversarios del presidente Nicolás Maduro se manifestarán por la paz y en contra de la inseguridad, supuestas violaciones de derechos humanos, la escasez y la crisis de salud, mientras que sus rivales expondrán su condena al asesinato a principios de mes de un diputado oficialista y su asistente, que catalogan como un acto terrorista.
Los opositores esperan realizar un recorrido por una de las principales avenidas del este de Caracas hasta el municipio capitalino de Sucre, que es controlado por un alcalde opositor.
Por su parte, el gobierno y sus aliados convocaron una caminata de unos dos kilómetros «Contra el terrorismo» desde una céntrica plaza de la capital para culminar con una concentración en las inmediaciones de la Asamblea Nacional donde esperan realizar un acto con la presencia de Maduro.
La marcha opositora convocada originalmente para el 4 de octubre fue postergada como «un gesto concreto de respeto» por la muerte del diputado Robert Serra y su asistente María Herrera, tres días antes de la fecha fijada.
Serra (27 años) y Herrera fueron hallados muertos el 1 de octubre en una vivienda de la barriada popular de La Pastora, al norte de la capital, que era utilizada por el congresista para reuniones políticas. Ambos fueron atacados con un arma de tipo punzón y murieron de hemorragia.
El ministro de Relaciones Interiores, mayor general retirado Miguel Rodríguez Torres, dijo el jueves que los autores intelectuales del asesinato de Serra habrían pagado 250.000 dólares para ejecutar el hecho, pero no ofreció detalles.
Maduro, por su parte, ha dicho que los supuestos asesinos formarían parte de una banda «paramilitar».
De los al menos nueve implicados por ese caso ya fueron imputados el jefe del equipo de seguridad del legislador y otro individuo. A ambos les fueron endilgados los delitos de homicidio y asociación para delinquir, según indicaron autoridades judiciales. De ser declarados culpables, los imputados podrían enfrentar una pena máxima de hasta 30 años de prisión.
Maduro anunció la noche del viernes que hasta entonces la cifra de detenidos había ascendido a siete, sin dar detalles.
La marcha de la coalición opositora es parte de su llamado plan de movilizaciones que aspira capitalizar el descontento de la población por la crisis económica y sumar el respaldo de electores de cara los comicios legislativos en 2015, una oportunidad de recuperar el espacio político que perdió luego de las elecciones municipales de noviembre de 2013 en los que el oficialismo ganó más del 60% de las alcaldías del país.
