Este martes se reinauguró la segunda etapa del área de traumatología del Hospital Central Antonio María Pineda.
La rehabilitación y mejoras del servicio contempló el cerramiento lateral de las habitaciones para ofrecer mayor privacidad al paciente, colocación de porcelanato en paredes y granitos en pisos, mejoras del puesto de enfermería, médicos y áreas de tratamiento, sistema eléctrico, instalación y reparación de gases medicinales, reparación de tubería de agua y colocación de cielo raso, con una inversión total de más de cinco millones de bolívares, considerando la remodelación de la primera etapa en 2013.
Se conoció que el área de traumatología dispone de 50 camas, sin embargo, se atienden un promedio de 80 pacientes diarios. La mayoría de los hospitalizados se debe a accidentes en motocicleta, fracturas de cráneo y accidentes de tránsito. El servicio cuenta diariamente con 16 enfermeras y 18 médicos especialistas.
La remodelación se realizó a lo largo de dos meses. Actualmente se rehabilitan dos pabellones que serán sólo para las emergencias. Los siete quirófanos restantes son para electivas. Un pabellón requiere aire acondicionado para que sea habilitado. Para finales de mes se estarían abriendo los pabellones en remodelación.
El gobernador Henri Falcón, quien estuvo acompañado por el doctor Ruy Medina, director del hospital y la doctora María Teresa Pérez, directora regional de salud, expresó que la meta es entregar otras obras de infraestructura hospitalaria para una mejor atención de los pacientes. “Queremos modernizar el hospital. En un mes reinauguraremos el área de diálisis y los quirófanos”.
Falcón aseguró que pese a las dificultades se hace un gran esfuerzo para obtener los insumos médicos y de esa manera brindar una atención medianamente satisfactoria.
El mandatario regional reiteró su llamado al Gobierno nacional a fin de que se convoque un Consejo Federal de Gobierno, paso necesario para evaluar la caída del precio del petróleo, la situación del dengue y el chikunguña, el problema del desabastecimiento de alimentos y medicinas, entre otros.
“Hay que abordar esta problemática como hermanos e independientemente de las diferencias políticas. No se puede jugar al extremismo porque en un país polarizado eso puede conducir a guerras civiles, dictaduras y estallidos sociales que generan miseria”.
Enfatizó que es preciso mantener una postura responsable frente a la crisis que agobia al país.
