Luis Suárez afirmó que jugar su primer partido oficial con el Barcelona contra el Real Madrid es «algo especial», mientras se prepara para volver a las canchas tras su suspensión por morder a un oponente durante la Copa del Mundo.
El delantero uruguayo recibió el miércoles la Bota de Oro al máximo goleador de Europa la temporada pasada, en la que sumó 31 goles con el Liverpool.
Suárez fue suspendido por cuatro meses por el mordisco al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial, un castigo que expira en poco menos de dos semanas, justo antes del clásico entre el Real Madrid y el Barcelona por la liga española.
«Debutar con el Barsa en el (estadio Santiago) Bernabéu obviamente que sería algo especial, algo lindo por la rivalidad que hay de toda la vida», expresó Suárez en la ceremonia de premiación. «En ese momento voy a tratar de disfrutar de vestir la camiseta del Barcelona».
Suárez metió dos goles el lunes en la victoria de la selección de Uruguay 3-0 sobre Omán en un partido amistoso, sus primeras dianas desde el incidente del Mundial.
«Hoy por hoy creo que sí puedo decir que estoy 100 por ciento», señaló Suárez, quien llegó al Mundial poco después de operarse los meniscos de la rodilla izquierda. El ariete indicó que el castigo de la FIFA «ya es cosa del pasado, ya tuve bastante paciencia, lo llevé de la mejor manera que pude».
«Ya queda poco, y bueno, las ganas están ahí siempre presentes, hay que ser paciente y ya queda poco para volver a jugar», agregó.