La calidad de vida se ha deteriorado al extremo en urbanismos de la parroquia José Gregorio Bastidas, debido a la escasez de agua potable.
En algunas casas de la urbanización Las Mercedes, se han visto en la penosa situación de clausurar el baño interno y utilizar solo el de la parte exterior.
“La fetidez y los gases que emanan de los baños nos han obligado a clausurarlos, dado que no tenemos agua para bajar las pocetas ni mucho menos para asearlos”, arguyó Mirta Díaz, vocera del consejo comunal.
Dijo que es una de las pocas vecinas que pudo construir otra batería de baño, pero aquellos vecinos que no, tienen que soportar la pestilencia diariamente.
Hay más tobos que gente
En la mayoría de las viviendas se puede apreciar un rosario de recipientes, ollas, tobos y hasta botellas de refrescos dispuestas a lo largo de los corredores para almacenar el vital líquido.
En Las Mercedes, el agua llega por dos horas y de madrugada, lo cual obliga a los residentes a madrugar para “agarrar un chorrito de agua”.
Reveló que el recibo tarifario por concepto de agua se ha incrementado en un 200 por ciento, pero pese a que tienen agua solo dos horas cada tres días, cancelan 250 bolívares mensuales.
En Las Mercedes -apuntó-, ya los vecinos ni se bañan y las plantas las riega Dios con la lluvia.
“Hidrolara decide mi vida”
Díaz se quejó del recio plan de racionamiento “impuesto” por Hidrolara, “que aparte de asaltar a la gente con las excesivas tarifas, decide a qué hora nos tenemos que bañar, lavar y hasta asear los baños. Insólito”.
Sentenció que lo más aborrecible de no disponer de agua corriente por tubería, era el hecho que la hidrológica no tenía un cronograma para el racionamiento.
“El agua llega a cualquier hora y cualquier día. Nunca nadie sabe la hora con certeza y vivimos en la incertidumbre”, advirtió la dirigente comunitaria.
Siempre hay basura
Por otra parte, Díaz denunció la inestabilidad del servicio de Aseo Urbano, situación que también aqueja a la populosa comunidad.
“Nos hemos acostumbrado a vivir con la basura dentro de las casas para evitar que los perros la destrocen ya que el camión debería pasar tres veces por semana y si acaso lo hace una vez al mes”, observó.