Es de esos sitios que cualquiera recomendaría con los ojos cerrados y que dejan fascinado a todo el que lo visite. Es de esos sitios que dan de qué hablar y del que todos salen satisfechos, de esos, que te invitan a volver y que siempre te dejan con ganas de más. Es de esos sitios que se convierten en lugar de encuentro y celebración, de esos, en los que todo es divino y abundante. Es, en resumidas cuentas, de esos sitios en los que definitivamente siempre seremos felices