Los principales candidatos para las elecciones generales del domingo en Bolivia cerraban este miércoles sus campañas, en un ambiente de calma y con encuestas a favor del actual mandatario Evo Morales, quien hizo su último acto proselitista en su reducto de El Alto.
Después de casi nueve años de estar en el poder los sectores indígenas y populares, «hemos enseñado cómo se gobierna, hemos empezado a gobernar bien y por eso el domingo vamos a ganar con amplia mayoría», vaticinó Morales ante miles de adherentes.
«Esta vez vamos a ganar en los nueve departamentos (..), vamos a dar un mazazo al imperio, al neoliberalismo, a los vendepatrias, a los separatistas. Será un triunfo del pueblo boliviano», arengó.
Morales, electo como primer presidente indígena de Bolivia en 2005 con 54% de los votos, encabezó el cierre de campaña en su principal bastión, El Alto, vecina de La Paz, ambas ciudades fieles a su política nacionalizadora y de inclusión social.
Con escasas perspectivas de forzar una segunda vuelta, el empresario Samuel Doria Medina, de la centroderechista Unidad Demócrata (UD), cerrará su campaña en la ciudad de Santa Cruz (este), locomotora del desarrollo económico boliviano y feudo de Rubén Costas, su principal aliado y gobernador de esa región.
A cinco días de los comicios, Morales aparece con el 59% de la intención de voto, frente a una oposición fragmentada y debilitada encarnada por Medina (18%) y el expresidente liberal Jorge Quiroga (9%).
Por ley, este miércoles será el último día de campaña o difusión de propagandas en los medios para los candidatos presidenciales y aspirantes a la Asamblea Legislativa Plurinacional.
La presidenta del tribunal electoral, Wilma Velasco, llamó al «silencio electoral», inclusive a Morales y al vicepresidente Alvaro García, aunque «dependerá de ellos» porque son, a la vez, candidatos y gobernantes.
Ante ese pedido el gabinete determinó que ambos «no van a participar durante las próximas 72 horas de ningún acto público que tenga que ver con la gestión de gobierno», anunció en una conferencia de prensa Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia.
El mandatario, de origen Aymara, fue reelegido en 2009 con el 64% y para estos comicios subió el apoyo a 80%, con la intención de controlar además el Congreso bicameral.
Desde el jueves también estarán prohibidas las reuniones políticas y el consumo de bebidas alcóholicas.