El investigador británico-estadounidense John O’Keefe y la pareja noruega May-Britt y Edvard I. Moser fueron galardonados este lunes con el premio Nobel de Medicina por haber descubierto un sistema de «GPS interno» en el cerebro. «Los laureados descubrieron un sistema de posicionamiento, un ‘GPS interno’ en el cerebro que hace posible que nos orientemos en el espacio», indicó el jurado en Estocolmo.
Estos hallazgos «han solucionado un problema planteado por filósofos y científicos durante siglos», el «cómo el cerebro crea un mapa del espacio que nos rodea y cómo nos movemos en un entorno complejo», señaló.
O’Keefe, de 74 años, indicó que sus trabajos explican cómo los conductores de taxis londinenses son capaces de hacerse camino en 25.000 calles distintas y llegar de una a otra.
«Del mismo modo que el GPS nos permite ubicarnos en una zona o incluso en la superficie de la Tierra y luego encontrar nuestro camino hacia el lugar deseado, exactamente igual hace con el cerebro», afirmó.
«Nos dice dónde estamos y adónde queremos ir», agregó.
En 1971, O’Keefe descubrió en ratas el primer componente de este sistema de posicionamiento: un tipo de célula nerviosa situada en el hipocampo (una zona del cerebro) que se activaba cada vez que el animal se hallaba en un lugar determinado de una habitación.
Otras células «de lugares» se activaban estando en otros sitios, llevando a O’Keefe a la conclusión de que éstas acababan formando un mapa de la habitación en el cerebro de la rata.
Más de tres décadas después, en 2005, May-Britt y Edvard Moser descubrieron una segunda clave de este «GPS» al identificar otro tipo de células nerviosas, de «red», que generan un sistema coordinado para el posicionamiento preciso y el trazado de itinerarios.
Estas «investigaciones mostraron cómo las células de lugares y de red hacen posible determinar una posición y desplazarse», según el jurado.
Según el jurado, el hallazgo es susceptible de ser aplicado para tratar a enfermos de Alzheimer, los cuales a menudo se pierden y no reconocen su entorno.
«Por lo tanto, el conocimiento sobre el sistema de posicionamiento del cerebro puede ayudarnos a entender (…) la devastadora pérdida de la memoria espacial, que afecta a las personas con esta enfermedad», agregó.
Los ganadores de 2014 recibirán el premio en una ceremonia formal en Estocolmo el próximo 10 de diciembre.