Los estudiantes que solicitaron reformas democráticas en Hong Kong y que provocaron el mayor desafío a las autoridades desde que esa ex colonia británica regresó al control de China prometieron no ceder en su lucha.
Sin embargo, aunque el número de manifestantes se redujo de decenas de miles a apenas unos cientos, se desconocía hacia dónde conducirá el tumulto de la semana pasada.
Los servidores públicos regresaron al trabajo el lunes y se reanudaron las labores en las escuelas, después de que los inconformes despejaran la zona frente a la sede de gobierno de la ciudad, donde se concentraron las protestas que comenzaron el 26 de septiembre. La concurrencia también se redujo notablemente en otros dos sitios donde había habido protestas y el tránsito se reanudó por numerosas vías que estaban cerradas.
En el distrito de Mong Kok, donde el fin de semana hubo enfrentamientos contra grupos que trataban de desalojar a los manifestantes, cientos de curiosos rodearon a los manifestantes que aún se encontraban ahí la tarde del lunes y hasta les tomaron fotografías.
Muchos en Hong Kong se preguntan si el movimiento de protesta ya tomó otro curso y si los estudiantes tienen una estrategia clara para lograr su demanda de que los candidatos a los principales puestos de la ciudad no sean analizados por un comité favorable de Beijing.
«No podrán mantener la asistencia si la protesta se prolonga», dijo Michael Davis, profesor en la universidad Hong Kong. «Necesitan una estrategia para retirar a la gente para que puedan decirle al gobierno que si no actúan con sinceridad volverán a sacar a la gente a las calles».
Hubo desacuerdos evidentes luego de que los estudiantes y el gobierno iniciaron conversaciones preliminares.
Lau Kong-wah, subsecretario de asuntos constitucionales, dijo el lunes por la noche que el gobierno y los estudiantes han acordado los términos de las conversaciones pero no han alcanzado un consenso sobre los temas.
El ejecutivo jefe de la ciudad, Leung Chung-ying, quien rechazó la petición de renuncia que hicieron los estudiantes, dijo el lunes en un discurso televisado que el gobierno buscaría «un diálogo sincero sobre la reforma política».
Decenas de miles de personas, muchos de ellos estudiantes, llenaron las calles de la ciudad semiautónoma desde el 28 de septiembre para protestar de forma pacífica por las restricciones impuestas por China a las primeras elecciones directas del líder de Hong Kong, que Beijing prometió para 2017.
China ha prometido que Hong Kong podrá celebrar elecciones por sufragio universal en 2017, pero que los candidatos al cargo serán filtrados por un comité, integrado por una mayoría próxima a Beijing.
Al mismo tiempo, Leung reiteró que todos deben volver a sus casas y cesar los bloqueos callejeros.
«Hay muchos adolescentes y estudiantes apasionados que aman a Hong Kong en varias asambleas. Sin embargo, algunos son agresivos y actúan con violencia. Sin importar cuál sea su actitud la policía tomará medidas contra aquellos que usan la violencia», dijo.