Juan Daniel Leo (20), Douglas José Medina (19), Eddie Peña (19), Alexis Torres (20) y Emmanuel Fuentes (18), perdieron el semestre. Los primeros cuatro, cursan estudios en el Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre (Iutajs). El último, realizaba un curso de dibujo y pintura en la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar. El Tribunal 4° de Control les dictó la medida de arresto domiciliario por presuntamente protestar en la avenida Vargas con avenida Venezuela el miércoles 7 de mayo de este año. Se les imputaron los delitos resistencia a la autoridad, instigación pública e intimidación pública.
Dos días antes, se había producido el incendio de la Universidad Fermín Toro (UFT) y en la ciudad cobraron vida diferentes manifestaciones en apoyo a la citada institución.
EL IMPULSO, con el apoyo de Andrés Colmenárez, vicepresidente dela Asociación Civil Justicia, Solidaridad y Paz (Funpaz), logró conversar con cada uno de los jóvenes señalados y sus familiares en sus residencias, para conocer qué ha pasado en estos casi cinco meses de casa por cárcel que se traducen, en primer lugar, en la pérdida del semestre, sin mencionar las secuelas o traumas producto de este trance, tanto en los estudiantes, como en sus allegados.
Aunque las detenciones se efectuaron el mismo día, ocurrieron en puntos distintos. Cada caso, con sus semejanzas, es particular, sin embargo, la pena es la misma.
Los muchachos no se conocieron hasta el día en que fueron aprehendidos por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y posteriormente, trasladados en una tanqueta hasta el antiguo Destacamento 47. Un hecho en común es que todos proceden de familias humildes, “pero con principios”, como dijo uno de los familiares. Cada uno presentó fiadores. A la fecha, la audiencia preliminar de estos universitarios ha sido diferida en tres oportunidades porque la boleta de traslado no les llega al mismo tiempo. El próximo viernes 17 de octubre, tendría lugar una cuarta audiencia, en espera de que la medida de arresto domiciliario sea sustituida por la de régimen de presentación.
Juan Daniel Leo, 20 años: Estoy preso en mi casa
2do semestre de Diseño Gráfico (Iutajs). Con residencia en Yaritagua
Juan Daniel Leo contó al diario EL IMPULSO que recibió ocho impactos de perdigón el día que los detuvieron. Seis en la pierna derecha, uno en el brazo y otro en la espalda. Precisó que entre las nueve de la mañana y doce del mediodía, un grupo de estudiantes del Iutajs protestaba en la avenida Vargas con avenida Venezuela por el incendio que afectó a la UFT con sede en El Ujano.
“Sólo cargábamos pancartas. La GNB nos lanzó bombas lacrimógenas y corrimos por el efecto de los gases. En el trayecto me aprehendieron”, dijo.
En el antiguo Destacamento 47, lugar al que fue trasladado, un guardia nacional le echó gasolina. Pese a ello, indicó que no lo trataron mal; fue para asustarlo.
“Dijeron que no nos harían nada, nos mandaron a formar y nos quitaron los celulares. Durante tres días, miércoles, jueves y viernes, nos mantuvieron amarrados con precintos, uno con otros, hasta el sábado 10, cuando el juez dictó la medida de arresto domiciliario”.
-¿Cómo se siente?
-Es duro, es una medida injusta. Sólo protestábamos. Ahora cursaría el tercer semestre. Me siento mal porque tengo cuatro meses preso en mi propia casa. Mi hermano fue a la universidad para ver si podía mandar los trabajos por correo o por medio de un compañero, pero en la universidad dijeron que no.
-¿Qué ocurre en caso de enfermedad, de una emergencia?
-Tenemos que llamar a la policía para que me trasladen. No puede ser de otra manera.
“No es delincuente”
“A mi sobrino se le está violando su derecho a estudiar. Él no es ningún delincuente. Esto ha sido traumático. Los delincuentes, secuestradores y asesinos están en la calle. Cada vez que difieren una audiencia nos venimos desmoralizados con el ánimo por el piso. Pedimos a las autoridades que por favor se dediquen a la causa”, expresó Zulimar Peraza, tía del joven.
Es una total injusticia, dijo el padre, Jacinto Leo. “Esto es traumático. Cuando dicen que se va a celebrar la audiencia hay que pasar todo el día en los tribunales; yo tengo que cuidar a mi mamá, gastar en pasaje y en comida”, agregó María Azuaje, la mamá de Juan Daniel.
Douglas Medina, 19 años: Nuestra protesta era por matrícula
1er semestre de Seguridad Industrial (Iutajs). Con residencia en Tierra Negra
Douglas José Medina recuerda que lo detuvieron alrededor de la una de la tarde. Protestaba junto a sus compañeros, unos 50 estudiantes, a las afueras del tecnológico y en la Vargas con Venezuela. La causa: el elevado costo de la matrícula y condiciones de la infraestructura de la institución.
“Protestábamos pacíficamente y con el rostro descubierto porque la universidad tenía la matrícula muy alta. A media mañana llegó la GNB, conversamos con los guardias y les dijimos que no teníamos bombas molotov ni ningún tipo de arma, sólo pancartas. Al mediodía llegaron las tanquetas y varios motorizados, nos rodearon cerca de la universidad, corrimos hasta Los Ilustres mientras nos disparaban perdigones. Luego nos detuvieron”, recordó.
Medina expuso que los tiraron contra el piso y los golpearon, a uno de ellos con un fal. Luego los llevaron al antiguo Destacamento 47, donde los pusieron a caminar en cuclillas. Pudieron comer a las seis de la tarde.
“No nos permitieron visitas de los familiares, tampoco hablar con un abogado, eso ocurrió al momento de ser presentados en los tribunales. En el destacamento el trato fue regular. Nos permitían ir al baño una vez al día, así nos mantuvieron todo el tiempo”.
“Es inexplicable lo que siento. Perdí el semestre. Estoy encerrado, no puedo trabajar ni estudiar. En la universidad me dijeron que no podía estudiar en línea. La última audiencia la suspendieron porque llegué tarde, pero es que los policías me buscaron casi a las cuatro de la tarde y la audiencia era a las dos de la tarde. Trabajo reparando teléfonos celulares para costearme los estudios. Nunca había estado envuelto en una situación de este tipo”.
Los tíos son quienes acompañan a Medina, ya que sus padres son comerciantes informales y deben salir a trabajar todo el día.
“El juez Amalio Ávila fue injusto. Todos tenemos derecho a la protesta. No era ninguna guarimba. Mi sobrino protestaba por el aumento de la matrícula. ¿Por qué si hay tanta gente con medida de presentación, ellos no? No sabemos si esto es personal, dijo Yajaira Rodríguez, tía de Douglas.
“Aunque avisemos con tiempo en el destacamento, no vienen a buscarlo temprano. Se supone que los policías reciben una notificación, sin embargo, se va hasta allá. Los policías vinieron tarde por él la última vez”, aseguró Jacinto Alcántara, tío del joven.