Expoferia del semiárido

Bajo el auspicio de Corpolara y la coordinación del siempre afable Lalo Pérez de la Alcaldía del municipio Torres se realizó en Carora la primera Expoferia de las Zonas Semiáridas. Mejor escenario para este evento no han podido encontrar ya que esta Comala del Morere es la autentica capital de las zonas áridas en Venezuela, porque está enclavada en las entrañas épicas de la sed donde la lucha por la subsistencia es una aventura cotidiana contra el pesimismo y los demonios del tedio.
Pero más allá de sus resultados o evaluaciones coyunturales lo importante a resaltar es que estas jornadas abren paso a un marco de posibilidades futuras que en esta oportunidad no fueron contempladas. Y es que no podemos atar la realidad de la tierra seca a la pobreza circular que mantiene en soledad penitente a sus habitantes, ya está bueno de enaltecer la precariedad material como un atributo espiritual de los campesinos dedicados al chivo y cultivos de conuco.
Sobre estas tierras de sol inclemente y poca agua los caroreños han demostrado que se puede construir un nivel de vida que supere la fatalidad del hambre y sus mortificaciones cotidianas. En el semiárido de de Carora se produce el 15 por ciento de toda la caña cortada en Venezuela, el municipio Torres se ha establecido como una cuenca ganadera de insoslayable referencia en nuestro país, siendo la cuna de la raza bovina Carora y sede principal de Asocrica, la cual tiene presencia vital en todas las regiones venezolanas.
Este éxito del pueblo caroreño tuvo uno de sus momentos cumbres en las décadas de los años 50 y 60 del pasado siglo 20, cuando Carora era considerada una de las ocho ciudades más importantes de Venezuela, muy por encima de varias capitales de estado. Logro que fuera alcanzado de manera sostenida y motorizado con músculo propio, ya que además de contar con un engranaje económico propio, la mayoría de servicios públicos eran manejados por el sector privado, como por ejemplo la electricidad, la salud y la telefonía.
Y este triunfo de la inteligencia y el trabajo caroreño frente a las limitaciones climáticas sirvió también de plataforma para el desarrollo literario, musical y artístico en general, de varias generaciones de jóvenes, quienes con el alma sembrada en el telar de los sueños conquistaron el éxito.
Por todas estas razones es altamente positivo que Corpolara abra las puertas de la reflexión sobre el semiárido caroreño porque si en verdad lo hacen con espíritu creativo y altruista encontrarían inmensas vetas de talento y experiencias positivas que pudieran reposicionar al municipio Torres como una cantera de riqueza económica y cultural.
Para comenzar le sugerimos a su presidente, comandante Luis Reyes Reyes, que instale una mesa de trabajo con los gremios productivos de Torres para encarar el drama de las nuevas modalidades de sequias, causadas por el cambio climático. En Carora hay el talento y las ganas para trabajar por Venezuela, solo falta voluntad oficial para convertir esta disposición en alimentos y empleos. No pele ese boche comandante Reyes.