La primera noche del primer fin de semana del mes de octubre cerró con un saldo rojo inusual. Dos doble homicidios se registraron en zonas diversas de la capital del estado Lara. El primero de ellos, ocurrió en el barrio San Lorenzo, al norte de la ciudad, donde fueron asesinados Ramón José Jiménez Jiménez, de 27 años, y Diego Javier Barrada Mendoza, de 20 años, mientras se desplazaban a bordo de una moto por la calle 5 con carrera 5, minutos después de las 6 de la tarde.
Al parecer, los dos sujetos que abordaban la moto fueron sorprendidos por otros individuos que activaron una ráfaga de disparos, y que impactaron en las dos víctimas. Por motivo de las heridas, ambos cayeron al suelo y murieron al instante. Sus cuerpos quedaron en la acera mientras que la moto quedó incrustada entre sus piernas.
El otro hecho, se registró en el barrio conocido como Brisas de la Pradera, al oeste de Barquisimeto. Allí, Lester Bladimir Escalona Suárez, de 18 años de edad, recibió múltiples heridas por arma de fuego mientras se encontraba cerca de su residencia, en la calle 3 con carrera 4. Junto a él, se encontraba Alirio Alexander Vargas, de 20 años, quien fue herido en la cabeza en el mismo sitio. El cuerpo sin vida de Escalona fue llevado a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, con múltiples heridas, mientras que el de Vargas, fue llevado hasta la emergencia del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales de la calle 50 donde permanece con aparente muerte cerebral, y conectado a un respirador artificial, a la espera de la decisión de sus allegados. El hecho se registró a las 9:30 de la noche del viernes, y la madre de Vargas relató que su hijo habría discutido con un sujeto mientras estos se encontraban cerca de la casa. El sujeto en cuestión, se molestó y sacó un arma, que activó en contra de las víctimas en varias oportunidades.
Por su parte, se conoció que Lester estuvo recluido en el Retén de El Manzano, mientras era menor de edad. Ambos hechos están siendo investigados por los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas como sendas venganzas.
“Se había regenerado”
Sobre algunas versiones que indicaban que los victimarios de Ramón y Diego Javier, conocido como El Pollo, estaban tras sus pistas desde hace tiempo por problemas entre bandas, Alida Jiménez, madre de uno de los asesinados, indicó que a pesar que su hijo habría cumplido una pena de cuatro años en el Centro Penitenciario David Viloria, conocida como Uribana, éste se habría regenerado después del nacimiento de su segunda hija, hace dos años aproximadamente.
En ese momento, la esposa de Ramón Jiménez, madre de su primer hijo, dio a luz al segundo de esa familia y, quince días después, habría muerto por las complicaciones. Desde ese entonces, el joven habría decidido “cambiar su vida y dedicarse al trabajo como albañil”, para así mantenerlos.
«Es falso todo eso que dicen», explica Alida, «él tuvo sus errores y los pagó», señaló, mientras lloraba a las puertas de la morgue, donde permanecía el cuerpo de su hijo asesinado.