Un promedio de 5,3 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) ha percibido el Gobierno venezolano, por cada devaluación llevada a cabo durante el período de implementación del cambio, lo que considera también los escenarios en los que, a pesar de mantenerse fija la tasa oficial, se emplearon mecanismos alternativos que permitieron al Estado vender divisas a una tasa de cambio superior.
El pronunciamiento está contenido en el último informe de Ecoanalítica, donde advierte al referirse a las expectativas de la política cambiaria para el 2015, que no habrá unificación, pero se mantendrá la devaluación.
Ecoanalítica sostiene que los ingresos por devaluación han representado durante los últimos cinco años (incluyendo el 2014) dos veces el subsidio a la gasolina, es decir unos US$ 25.000 millones o, lo que es lo mismo, más de tres veces el servicio de la deuda; lo que da una idea del peso que esta medida tiene sobre los ingresos fiscales, en comparación con otras opciones sugeridas últimamente, como la eliminación de subsidios o la idea de caer en cesación de pagos(default) con acreedores externos
Advierten los especialistas que uno de los principales aspectos negativos de la devaluación, además del costo político que acarrea por ser una medida impopular, es la presión que tiende a tener sobre los precios de la economía