“¡Ya no se puede creer en la justicia de la tierra!”, fue lo primero que exclamaron los familiares de Flanyer José Álvarez Olmos, de 23 años de edad, a quien le propinaron un disparo cuando intentaron robarse una moto que, al parecer, no era de él.
El hoy occiso se encontraba en la calle 9 de Chirgua, aproximadamente a una cuadra del puesto de la Guardia Nacional Bolivariana. “Estaba reunido con un grupo de amigos afuera de una casa cuando fueron interceptados por dos sujetos armados. Pidieron las llaves de una moto que estaba ahí estacionada, algunos lograron huir pero Franyer se quedó, le pegaron con un casco y cuando intentó pararse le dispararon por la espalda”, comentó una amiga de la familia que los acompañaba en su dolor.
Posterior al hecho, los dos delincuentes, que dicen son menores de edad, se escaparon y los amigos de la víctima lo auxiliaron, lo trasladaron al Hospital Militar y clamaba que le salvaran la vida. A los minutos del ingreso al centro asistencial, falleció.
El hoy occiso trabajaba como obrero, sin embargo con anterioridad lo hacía como mototaxista en la línea de Lomas Verdes, “nosotros le insistimos mucho para que se saliera de ahí porque ese trabajo es muy peligroso”.
Piden seguridad
A la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, también llegaron algunos compañeros de la línea de transporte, pidieron mayor seguridad al comandante Cabrera que los ha ayudado. “Esos guardias se paran ahí en la alcabala y no hacen nada. Usan las patrullas para diligencias propias y no para cuidarnos. A veces pasamos y le manifestamos si hay alguien sospechoso pero hacen caso omiso. Deben cambiar esos uniformados”, expresó el mototaxista que se resguardó en el anonimato.
Informaron que trabajaban desde las 7:00 de la mañana hasta tempranas horas del día, “porque nos da miedo nos vayan a robar”.
Amigos, familiares y allegados del fallecido estaban afligidos. Dejaban rodar sus lágrimas en las mejillas por la tristeza, situación que se agudizó al recordar que el hijo de Álvarez Olmos no recibiría el abrazo de su padre, ayer que cumplió un año de nacido.
Lo matan después de una llamada
A Víctor Julio Ure, de 18 años le dieron tres impactos de proyectiles. El suceso ocurrió aproximadamente a las 7:30 de la noche del jueves cuando el muchacho se encontraba en casa de su primo en Ruiz Pineda.
“Era la primera vez que lo visitaba, tenía como cinco años viviendo en la zona. Recibió una llamada de alguien no identificado hasta ahora, le dijo que lo iría a buscar, se fue en su moto y a una cuadra le dispararon y lo robaron”, explicó el tío del fallecido Javier García.
Los allegados dicen creer y esperan se haga justicia por el caso, pues es la primera vez que pasan por este tipo de situaciones.
A puñaladas
Un hombre de 32 años de edad, recibió varias puñaladas en diferentes partes del cuerpo que acabaron con su vida. El mismo respondía en vida al nombre de Pedro Antonio Pereira Morales, quien residía por el barrio 12 de Octubre en la comunidad Dios con Nosotros, donde se suscitó el hecho.
En otro suceso, asesinaron a Alexander Enrique Ramírez Pérez, de 32 años de edad, el mismo recibió múltiples impactos de balas en su humanidad cerca del terminal del Transbarca.
Durante los primeros días del mes, se han contabilizado ocho homicidios en el estado Lara.