Aventurarse a acusar o calificar el tipo de crimen es una lección que el presidente Nicolás Maduro, aún no ha aprendido.
Tal afirmación es expuesta por el analista en seguridad venezolana, Marcos Tarre, para quien las inmediatas calificaciones en hechos violentos que afectan o de la cual son víctimas afines al socialismo, se han convertido en elementos tradicional del devenir político.
Considera que los señalamientos a priori perjudican el curso de la investigación del asesinato del diputado de la Asamblea Nacional Robert Serra.
“Son comentarios irresponsables, que hacen que estas figuras del alto gobierno pierdan credibilidad”, comentó Tarre, quien fue puntual al señalar que las características hasta ahora conocidas del asesinato de Serra no responden a un sicariato, como lo afimó el primer mandatario del país.
“Es una clara muestra de la injerencia del poder ejecutivo sobre el poder judicial”, agregó.
Tarre cita como ejemplo la actitud comedida y calmada del ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, quien hizo un llamado a esperar los resultados del análisis.
Errado concepto del sicariato
A juicio de Tarre, Maduro tiene un errado conocimiento del sicariato. “Para él cualquier tipo de acto violento es un sicariato, y lo más sorprendente es que más adelante las mismas investigaciones oficiales lo desmienten”.
Recordó que los señalamientos del presidente sobre el asesinato de los jóvenes Basil Da Costa y Juan Pablo Montoya, fueron objetados al conocerse que los disparos fueron hechos con armas de fuego distintas.
Apuntó que tres de las características principales del sicariato son: no actuan en bandas, no entran a las casas, ni acuchillan a las víctimas.
En tal sentido, aseveró que serán las mismas investigaciones las que arrojen la verdad de los hechos. Proceso que puede ser lento y tendido puesto que requiere de cuidado en el tratamiento de los elementos.
Características comunes
En los sicariatos los asesinos suelen actuar en pareja y preparar emboscadas para la víctima, sumado a que el criminal sólo ataca al objetivo, la persona por la cual le han pagado, distinto a lo que ocurrió en el caso de Serra, que también asesinaron a la acompañante.
Para Tarre es un lamentable asesinato al igual que los tantos que día a día se registran en Venezuela.
