El auge delictivo y la falta de valoración a los costos para producir alimentos en Venezuela influye directamente en la jornada del campo.
El robo de vehículos, los constantes asaltos en carretera y hasta los homicidios de los cuales son víctimas los agricultores, ponen en riesgo el trabajo campestre, que se acrecienta en época de cosecha.
En la actualidad sostienen reuniones periódicas con los cuerpos de seguridad para trazar estrategias, en busca de minimizar el impacto en el agricultor. No obstante en septiembre tan solo en el estado Portuguesa tres productores perdieron la vida a manos del hampa.
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