Para recordar: “Les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos un espíritu nuevo. Les quitaré el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne” (Ezequiel 11:19).
El título, fue el eslogan que le dio la vuelta al mundo, el pasado 28 de septiembre, de los corrientes, ya que se celebró el día mundial del corazón. Y, en este Diario EL IMPULSO, como en numerosos medios de comunicación, se hizo un mayor énfasis en difundir informaciones de las enfermedades relacionadas con el este órgano tan importante.
Según la Wikipedia, cada año mueren alrededor de 17 millones de personas por infarto y la temida enfermedad cerebro vascular. Con este propósito, la periodista Marianli Suárez Valera, manifiesta que dicho problema siguen siendo “la primera causa de muerte en Venezuela” y citó al médico cardiólogo Ramón Aguilar, quien dijo: “En Barquisimeto tenemos un 40% de la población con problema de control de peso”, en riesgo de “hipertensión, diabetes y síndrome metabólico”. (EL IMPULSO, 23/09/14, p.A5).
La correcta alimentación, el ejercicio, el trabajo y el sabio descanso, sigue siendo el norte para fomentar la buena salud que conduzcan a tener un cuerpo y corazón saludable.
Cuando decimos “vamos a hablar de corazón a corazón”, manifestamos la sinceridad de la conversación. Tal vez por ello, se han escrito las más interesantes alegorías relacionadas con el corazón. Y no en vano en la Sagrada Escritura dice: “…guarda tu corazón, porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).
Dado el verso anterior, E. White escribió: “Hay entre los miembros de nuestra iglesia algunos que, mientras profesan andar en los caminos del Señor, están incorporando a su profesión de fe los procedimientos y hábitos de un yo no convertido, y en consecuencia están corrompiendo sus caracteres… Enseñad a cada persona que pretende ser un hijo de Dios, que el carácter bien edificado siempre está de acuerdo con el modelo divino” (Cada día con Dios, p. 71).
En la Biblia, se le da “vida” al corazón y por razones de espacio no podemos dar las referencias en los siguientes ejemplos: El corazón puede “guardar dichos” como mencionó David; Abraham le habló a su corazón; Dios le señaló a Moisés que su hermano Aarón, al verlo, “se alegraría en su corazón”.
Aunque son comparaciones, pareciera que este órgano autónomo, realiza acciones cuando decimos: “Te quiero con todo mi corazón”; la madre le dice al hijo (a): “No hagas nada que rompa mi corazón”.
El cerebro, es el que piensa, razona, manda o actúa, pero el corazón registra las emociones y según el pastor Wilmer Figueroa, por efecto de traducción, algunos pasajes, cuando apunta al corazón aluden a los riñones.
Con todo, según texto inicial, el Todopoderoso nos invita a tomar el camino hacia un corazón saludable; Él quiere realizarnos el más maravilloso de los trasplantes; quiere hacernos sensibles a sus enseñanzas, cuando señala: “Les quitaré el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne”, algo que la ciencia nunca podrá lograr.
Es cierto, todos necesitamos hacer ejercicio, comer bien y chequear periódicamente nuestro cuerpo, pero, solo Dios (la Trinidad) nos mueve a realizar las obras que están en concordancia con las enseñanzas de Jesús, el Salvador del mundo, quien es el Único “modelo divino” a seguir.
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