Sin aprovechar las ocasiones fabricadas frente al arco rival y poco seguro en defensa, el Deportivo Lara fue presa fácil del Aragua FC, que le endosó una derrota 3-0, la segunda del presente torneo Apertura, y bajar del noveno al undécimo lugar en la clasificación del certamen, aunque distanciado apenas dos puntos del sexto peldaño, el objetivo establecido por la directiva y el cuerpo técnico para el presente semestre.
El conjunto crepuscular pasó de un extremo a otro, en una semana en la que le pasó por encima a Mineros (al que aplastó por 3-1) para luego resbalar feo ante el elenco aragüeño, rival que hasta hace poco lucía con problemas, pero que parece haber encontrado el camino para subir a los lugares de protagonismo.
En un ejercicio poco habitual, el director técnico del cuadro larense repitió alineación -algo que estaba cantado visto el buen desempeño de los abridores en la contundente demostración de calidad y capacidad frente a Mineros- pero el grupo pareció haber acusado cansancio, lo cual se desprende de las declaraciones de algunos jugadores, como el caso del juvenil Aníbal Rosales, quien advirtió que no hubo la misma intensidad del encuentro anterior, en la que se ejerció una presión sobre el club guayanés para no dejarlo jugar.
“Faltó rapidez, velocidad a la hora de atacar. En los tres cuartos de cancha teníamos que ser más contundentes. En la defensa no tuvimos coordinación, faltó un poco de comunicación, actitud atrás, porque los errores se pagan caro y las pelotas terminan adentro”, señaló Rosales, quien por segundo partido consecutivo emergió del banco para ser la tercera variante del entrenador rojinegro.
Otro detalle que influyó en el mal resultado fue encajar un gol en los primeros minutos, lo que significó un golpe anímico importante y obligó al equipo a tomar mayores riesgos en ataque, en busca de la igualdad, y que le abrió las puertas a la goleada aragüeña.
“No salimos a jugar con la misma contundencia que tuvimos contra Mineros. Salimos un poco confiados para llamarlo así y ellos (los jugadores del Aragua) tuvieron la certeza de anotar el primer gol y de allí agarraron confianza”, detalló el mediocampista Marlon Fernández.
“Tuvimos que remar desde atrás, lamentablemente las oportunidades que creamos no las pudimos concretar y ellos tuvieron las acciones que tuvieron y las pudieron concretar”, agregó.
La plantilla busca ahora olvidarse de la amargura que significó la derrota en Maracay para centrarse en el importante compromiso de la próxima fecha, nada menos que contra el Caracas, al que pretende utilizar como catapulta para impulsarse a las primeras seis casillas.
La escuadra capitalina, dirigida por el conocido Eduardo Saragó, marcha en la séptima casilla de la clasificación, un punto por encima del Lara. Para la tropa local ganar en casa significará ponerse encima del club más ganador de títulos en el balompié nacional. Pero, desde luego, es tarea dura, debido a que el cuadro avileño viene motivado, tras derrotas a La Guaira, uno de los punteros del campeonato.
“Hay mucho que corregir, en el fútbol siempre hay algo qué corregir, así que esta semana la tenemos paras trabajar, para mejorar algunas cosas que no hicimos bien, para seguir mejorando, enfrentar al Caracas y poder sacar un buen resultado en casa”, cerró Fernández.