En un comunicado las principales ensambladoras que operan en Venezuela alertaron sobre los retrasos en la liquidación de divisas y que mantiene prácticamente paralizadas la producción por falta de la materia prima, que es proveniente de China. La deuda supera los ochocientos millones de dólares y en específico a la empresa Empire Keeway asciende a casi trescientos cincuenta millones de dólares.
Son alrededor de trescientos concesionarios en todo el país de esta marca, que mensualmente vendía como mínimo ciento cincuenta motocicletas y en la actualidad solo están recibiendo cuatro, sin poder abarcar la demanda nacional.
Aseguran que de los veinte mil trabajadores directos e indirectos, nueve mil pertenecen a este sello.
De retirarse las ensambladoras del país sería un retroceso para el crecimiento de la nación. Cabe destacar que en el dos mil ocho, el Ejecutivo Nacional permitió el crecimiento de este servicio como parte de las políticas de expansión automotriz.