Transportistas del oeste de la ciudad de Maracaibo, en el estado Zulia protestaron en contra de la aplicación del llamado chip de la gasolina porque afecta sus operaciones diarias.
Ahora son los trabajadores del volante quienes rechazan el sistema automatizado de combustible que impulsa el gobierno de Venezuela y la gobernación del estado.
Aseguran que 42 litros interdiarios de gasolina, el máximo que surten las estaciones de servicio automatizadas a particulares, son insuficientes, al tiempo que señalan que el 40 por ciento de las unidades no posee placas destinadas a este sector.
Señalan que el verdadero contrabando de combustible se registra en la frontera, aunado a los problemas que aseguran desde ya están presentando los dispositivo de lecturas del sistema automatizado.
Los choferes exigen una reunión con el mandatario regional y representantes del gobierno nacional para buscar una solución.