En su mejor partido en mucho tiempo, el Deportivo Lara asfixió a Mineros con una presión alta, sin dejarlo salir limpiamente y con un asedio constante sobre su cerebro Edgar Jiménez, y sacó provecho de las ocasiones fabricadas, una de ellas en el primer minuto que le ayudó a encarrilar el partido, para imponerse de manera contundente 3-1 y sellar su primera victoria del torneo Apertura -en un desolado estadio Metropolitano- luego de seis presentaciones.
Armando Maita (1), Jhon Chancellor (17) y Marlon Fernández (29) anotaron los goles del elenco crepuscular, mientras que Orlando Cordero, quien ingresó en el segundo tiempo, colocó la diana del cuadro guayanés, al 64.
Con su primera conquista del semestre, el conjunto rojinegro saltó del décimo segundo al noveno puesto en la clasificación -cosecha de ocho puntos- dentro de una fecha incrustada a mitad de semana que dejó como gran novedad la caída del líder Deportivo Táchira, 1-0, a manos del Anzoátegui. El carrusel aurinegro sigue líder con 16 contables.
El Deportivo Lara, que varió nuevamente su esquema al apelar al 4-4-2, tuvo la gran virtud de no dejar jugar a la tropa de Richard Páez, a la que cortó durante toda la noche con una presión en tres cuartos de cancha, merced de un enorme esfuerzo físico, para contrarrestar sus argumentos. Fue tan bueno el despliegue de los jugadores rojinegros que Edgar Jiménez, a quien apodan “El Exquisito” por sus buenas maneras con el balón y su capacidad para generar juego, fue un convidado de piedra, como también lo fueron Breitner Da Silva y Gabriel Cichero. Es cierto, Mineros encaró el partido con un número importante de bajas, jugadores claves inhabilitados por problemas físicos, pero no fue por eso que se dio el triunfo larense.
Notable el desempeño de los volantes Juan Colina y Juan Guerra, una dupla que se cansó de cortar balones y ser una especie de muro en el ecuador de la cancha, amén del aporte de los atacantes Maita y Romo, quienes ayudaron en la mencionada presión como primeros defensores.
Ayudó mucho -y de que manera- tomar la ventaja apenas en el primer minuto. No terminaban de acomodarse los equipos cuando Joel Cáceres pateó una pelota, en el camino le cayó a Maita y mano a mano con el portero la metió en las redes. El tanto más rápido anotado por jugador alguno en la historia del equipo. Fue un desahogo y sirvió también para bajar la presión. El partido, tan temprano, lucía favorable. Y no bajó los brazos la escuadra crepuscular, porque al segundo minuto tuvo otra, pero el portero le tapó el disparo a Pérez Greco.
De todos modos, el segundo gol llegó muy rápido. Fue al 15 y obra de Jhon Chancellor en una pelota parada. El espigado defensor no celebró por respeto a su anterior compromiso. El vendaval larense continuó. La receta era la misma: presión alta, recuperación, dos toques y llegada clara. Así llegó el tercer gol, en la fracción 29, cuando Pérez Greco puso un balón por encima de los defensores, José Romo la bajó para habilitar a Fernández que entraba sin marca por el centro. 3-0 a la media hora. Impensado, pero cierto.
Mineros estaba al borde del nocaut. Sin embargo, administró fuerzas el Lara en el complemento y manejó bien la situación cuando cayó el primer tanto minerista, al 64, obra de Cordero. Gran exhibición del cuadro crepuscular. Enorme bocanada de oxígeno y envión anímico para el tramo fuerte que se avecina, con rivales directos en el horizonte.