La mañana de este martes, una vez más, resultó un caos total para quienes venían hacia Barquisimeto procedentes de las parroquias El Cují y Tamaca, así como del municipio Crespo, o viceversa, a causa de una protesta con cierre de la intercomunal que les comunica.
En esta oportunidad la acción estuvo a cargo de trabajadores de la construcción que esperan la reactivación de esa industria en la región para poder generar los ingresos que les permitan llevar el sustento a sus hogares.
Yoiber Sánchez, secretario general del Sindicato de la Construcción de Lara y uno de los líderes de la protesta, explicó que desde hace unos cuantos meses están esperando que desde la gobernación se inicien cuatro obras anunciadas por su titular, Henri Falcón.
Se refería al polideportivo del norte y la vialidad, entre ellas el canal adicional a la vía El Cují-Tamaca y El Cují-Carorita.
Según Sánchez, el gobernador Falcón ya habría recibido los recursos, concretamente 50 millones de bolívares, para la ejecución de esas obras, pero no las ha comenzado, lo que mantiene en vilo a un buen número de trabajadores.
Precisó que el 95% de la masa laboral de esa rama se encuentra desempleado en la entidad.
Adonis Rivero, también dirigente del sindicato, refirió que, al parecer, la falta de cemento, cabillas, alambre y hasta clavos sería el justificativo para que la industria de la construcción se mantenga parcialmente paralizada.
“Nosotros lo único que pedimos son respuestas porque nadie nos informa nada; nadie nos dice en concreto las razones por las cuales esas obras no han sido iniciadas”, enfatizó.
Mientras los manifestantes permanecían ocupando los dos canales de la intercomunal El Cují-Tamaca, diagonal a la fábrica de cemento, una gran cantidad de vehículos formaban largas colas en ambos sentidos.
Como siempre ocurre cuando se produce un cierre de una vía tan importante como esa, que comunica al norte con el centro de Barquisimeto, los colectivos, “rapiditos”, busetas y autobuses, aplicaban el sistema de trasbordos de los pasajeros para que estos pudieran llegar a sus destinos.
Igualmente estaban los mototaxistas que se encargaron de llevar a las personas hasta donde pudieran abordar una segunda unidad.
Pero la mayoría prefería caminar al considerar exageradas las tarifas que estaban aplicando los transportistas. El cierre de la arteria vial se mantuvo durante más de tres horas, hasta que los líderes de la protesta consideraron haber llamado la atención de las autoridades, sobre todo de quienes dirigen la cercana fábrica de cemento para que se normalice el suministro de tan importante producto para la industria de la construcción.