Familiares y dolientes de cadáveres que se encuentran depositados en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda de la ciudad de Barquisimeto, indicaron que las gestiones para la entrega de cuerpo y la firma de actas que permitan el entierro de sus familiares se retrasan por la “poca efectividad” del personal médico que labora allí, y por la ausencia en el cumplimiento del horario en el registro ubicado en el Hospital Central.
María Evíes, familiar de José Pastor Vargas, quien murió al ser arrollado por una moto, indicó que el cuerpo de la víctima no había sido entregado en horas de la mañana de ayer a pesar de que éste murió el lunes en horas de la mañana. Expresó que las gestiones que lleva adelante para lograr el entierro de su familiar se ha retrasado toda vez que el médico responsable de firmar el acta y el registro que autoriza su defunción, no cumplen con lo correspondiente, «están jugando con el dolor de las personas».
Por su parte, Gloria Gracia, madre de Julio César Bastidas, asesinado el lunes en horas del mediodía indicó que a pesar de haber recibido el cuerpo de su hijo y estar velándolo, no pudo enterrarlo hasta horas de la tarde de ayer por la misma ineficiencia. Por ello, aquellos apostados a las afueras de la morgue exigen mayor eficiencia por parte de quienes son los responsables de estos trámites, así como de la oficina del registro que, a pesar de tener un horario en la puerta que expresa la jornada laboral de 8 a.m. a 3 p.m., cierra en horas del mediodía.
