Antes de viajar a Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, emitió un mensaje corto y conciso en el que resaltó los esfuerzos que están realizando las fuerzas norteamericanas y los aliados de la coalición para combatir al Estado Islámico en Irak y Siria. «Los Estados Unidos no está solo contra el Estado Islámico», subrayó.
El mandatario remarcó que el apoyo de los miembros de la coalición «pone en claro que no es una lucha sólo de los Estados Unidos, sino también de los gobiernos de Medio Oriente que están rechazando al ISIS».
En esa línea, y tras varias semanas de ataques aéreos contra blancos yihadistas en Irak, y en las últimas horas en Siria, el mandatario celebró el apoyo de Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Jordania, Bahréin y Qatar.
Tal como enfatizó semanas atrás desde la Casa Blanca cuando hizo el anuncio de la estrategia de Washington, el jefe de Estado demócrata aseguró que su país «no dejará ningún refugio seguro para los terroristas».
Obama volvió a advertir que «los esfuerzos tomarán tiempo», pero aseguró que los Estados Unidos «harán lo que sea necesario para garantizar su seguridad».
Por su parte, sin dar mayores detalles, el presidente norteamericano indicó que las fuerzas norteamericanas también interrumpieron «esfuerzos de otros terroristas de Al Qaeda».
Horas antes de la exposición del mandatario, el Pentágono había reconocido que además de haber atacado posiciones del ISIS en Siria, alcanzaron también a un grupo de Al Qaeda en ese país.
Se trata de Khorasan, un grupo de veteranos de esa red terrorista, en el oeste de la provincia de Alepo, precisó el cuerpo de seguridad norteamericano.