El dirigente opositor Leopoldo López se encuentra desde tempranas horas de la mañana en los tribunales para continuar el juicio que enfrenta desde hace dos meses por hechos violentos ocurridos en la capital en febrero.
López, que está detenido desde hace siete meses en una cárcel militar a las afueras de Caracas, será llevado por las autoridades al Palacio de Justicia para una nueva audiencia del juicio en el que no se le ha permitido hasta el momento a su defensa presentar pruebas ni testigos.
Roberto Marrero, uno de los abogados del opositor, dijo el lunes a The Associated Press en entrevista telefónica que «seguimos esperando esa decisión» del Tribunal Supremo de Justicia sobre la solicitud que introdujo la defensa para que se le autorice al dirigente presentar sus testigos y alegatos.
En la audiencia del 10 de septiembre la Fiscalía General presentó a dos de sus 78 testigos que fueron citados para el proceso.
López, de 43 años, fue acusado en abril por la Fiscalía General de los delitos de incendio, instigación pública, daños a la propiedad pública y asociación para delinquir. El dirigente está acusado de promover los hechos violentos en el centro de Caracas que ocurrieron luego de que la oposición realizó una multitudinaria manifestación contra el gobierno el 12 de febrero.
De ser declarado culpable de los cuatro cargos el dirigente del partido Voluntad Popular podría enfrentar una condena de 13 años, 9 meses y una semana de prisión, según estimaciones de la Fiscalía General.