Una bebé de un año y nueve meses sobrevivió a la intemperie apoyada sobre el cuerpo de su madre asesinada, dentro de una alcantarilla en una calle de la ciudad argentina de Córdoba (centro), informó el lunes a la AFP una fuente de la Gobernación.
Paola Acosta (36 años) apareció muerta el domingo en un desagüe callejero a dos metros de profundidad, con señales de haber sido golpeada. La pequeña Martina estaba encima de ella, según la fuente que pidió reserva de identidad.
Por el momento las autoridades investigan cuándo mataron a la mujer para determinar las causas del crimen y las horas que permaneció la niña al lado del cuerpo de su madre.
La madre y su hija habían desaparecido la noche del miércoles pasado, en un hecho en el cual aparece involucrado como sospechoso del crimen el padre, Gonzalo Lizarralde (33).
«Martina está hospitalizada, en estado delicado, por haber estado expuesta al frío y en contacto con aguas servidas. Una hipótesis es que pudo haber estado tres días en esa situación», dijo la fuente.
Lizarralde, detenido el sábado al presentarse en la Unidad Judicial de Homicidios, había mantenido una relación pasajera con Acosta, unión de la que nació Martina.
La última persona con la cual Acosta tuvo contacto fue Lizarralde la misma noche del miércoles, pero el acusado adujo haberse retirado tras entregarle dinero de cuota alimentaria acordada judicialmente cuando en junio se estableció su parternidad mediante un examen de ADN.
La bebé «presenta lesiones nítidas punzo cortantes en el tórax y cuello. La causa puede ser por la caída, por lesión a través de un elemento», según un informe del Hospital de Niños difundido por la gobernación.
«Martina esta en terapia intensiva evolucionando y la están cuidando bien», dijo Mariana Acosta, hermana de Paola, en una cuenta de la red social Twitter.
La tía de Martina dijo que para la noche del lunes está convocada una marcha callejera en reclamo de justicia.