Manifestaciones artísticas muchas, historias de emprendedores sobran, la de ella, por ejemplo, es una inigualable muestra de cómo hacer para transformar un simple papel o retazo en un bonito detalle. Sorymar Castillo habla de su interesante línea de tarjetas artesanales, hechas a mano, personalizadas y llenas de mucho color
Soñar no cuesta nada, lo que vale mucho en estos días es, por X o Y, hacer que ese sueño se convierta en realidad, aún así, existen sobrados ejemplos de vida de personas que, descubriendo sus habilidades, se empujaron por el mundo sin prejuicios ni etiquetas a hacer lo que más le gusta. Este es el caso de Sorymar Castillo, una joven barquisimetana, estudiante de Comunicación Social tocada por la barita mágica de hacer con sus manos cosas impresionantes, llamativas y muy coloridas.
La mesa que sirvió como escenario para responder las dudas que la llevaron a acercarse al universo de las manualidades se convirtió, por varios minutos, en una suerte de universo lleno de líneas, figuras y colores intensos, en fin, en ese valle fértil donde la artista en cuestión alimenta sus sueños con sus más íntimas ideas. Sorymar es definitivamente dueña de un talento infinito, sus tarjetas de presentación, coloridas y personalizadas son referencia no sólo entre los suyos, aquellos que saben apreciar su original estilo valoran su incuestionable creatividad.
Aunque de niña le gustó mucho dibujar, confiesa llegó a toparse con lo manual casi por esas casualidades de la vida, “quise comprarle una tarjeta a mi novio pero estaban muy costosas. Decidí hacerla yo misma”, cuenta entre risas. “Fui publicando mis trabajos en Instagram y como tuvo bastante receptividad cree una cuenta con el nombre de la marca para promocionarlas por esa vía”. Así comenzó a hacer distintos detalles, así surgió hace poco más de un año Scrap Shop, el espacio donde la joven estudiante de Comunicación Social transforma simple materiales, en interesantes detalles para obsequiar.
Llegó a esto porque quiso intentarlo, porque al final del cuento soñar no cuesta nada. Así probó, de esa manera Sorymar descubrió la habilidad de hacer estas bonitas y auténticas piezas. A la joven artista le inspiró de entrada videos que veía en Youtube sobre cómo utilizar detalles como retazos y cómo fusionarlo con colores y simples recortes de materiales, “quería inventarme una tienda virtual con la palabra recortar, es un mini espacio de muchas cosas, todas elaboradas artesanalmente”.
Se trata de creaciones para todas la edades, piezas personalizadas, con diseños únicos y diferentes, pues es el cliente el encargado de hacer la magia para realizar cualquier trabajo. “No se basan sólo en un esquema fijo, tengo una gran variedad de productos; tarjetas de todos los tamaños, tipo multishutter o expandibles, squash o en forma de acordeón, cajas sorpresas con escritos, acompañados de dulces y chucherías, libretas decoradas, cartas especiales, números y letras de cualquier dimensión”.
Sorymar pide una semana de anticipación para poder realizar cualquier pedido. “Generalmente la persona busca una foto de lo que quiere. De acuerdo a su gusto voy elaborando un esquema con cada una de los detalles de la pieza”. Cumpleaños, bautizos, primera comunión, aniversario, día del padre, de la madre y de los enamorados, sus piezas son para de cualquier motivo o inspiración.
