Este sábado se inauguró en los espacios de la Fototeca de Barquisimeto, la muestra Un estudio para cada rostro.
La exposición da cuenta del trabajo realizado por Alfonso Castell, fotógrafo chileno que llegó a Barquisimeto en 1946 y que falleció en esta ciudad en 1994.
Se conoció que Castell realizó a lo largo de cuatro décadas un extenso trabajo como retratista desde su fotoestudio, compuesto por más de 30 mil retratos que su hijo César Castell(+) donó a la Fototeca de Barquisimeto en el año 2004. Luego de un largo proceso fueron restauradas parcialmente.
En esta ocasión se exhiben 140 retratos en homenaje a César, también reconocido fotógrafo social, prematuramente fallecido y a quien la Fototeca debe la donación de tan valiosa fuente histórica.
“Una colección de retratos de estudio pueda guardar la memoria temporal de una ciudad: sus actores sociales, culturales y económicos”, expone Carlos Eduardo López en el material de prensa.
Señala el texto que desde finales del siglo XIX existió un competitivo mercado de estudios fotográficos.
Barquisimeto se convirtió en el destino de numerosos fotógrafos que iluminaron la vernácula creación local, dominada hasta entonces por los Hermanos González, primeros nativos en montar un fotoestudio propio, quienes crearon una escuela para la enseñanza de fotografía, regentada por Jesús María González y continuada por su hijo Jesús González Meléndez, quien la sostuvo hasta 1920.
Allí aprendieron fotografía Amábilis Cordero y Ernesto Balestrini, entre otros.
Alfonso Castell fue retratista y colorista de positivos de gran destreza. Él mismo retocaba sus originales con acuarelas y tintas.
Su obra de estudio la realizó con cámaras de banco óptico y Rollei Flex. Utilizaba películas de formato 120 Agfa, Kodak y Fuji. Más del 95% del material de estudio fue realizado en B/N.
La muestra permanecerá abierta durante dos meses y a la par se realizarán visitas guiadas, un foro sobre la fotografía en el siglo XX y dos talleres de fotografía. La entrada es totalmente libre.