El segunda base venezolano José Altuve, que no solo experimenta la mejor temporada de su joven carrera en Grandes Ligas, sino que también registra una de las mejores zafras para cualquier nativo en la pelota rentada estadounidense, impuso una nueva marca de imparables para criollos en una campaña, al sonar los indiscutibles 217 y 218 del año, en el duelo de anoche contra los Marineros de Seattle.
El primer cohete fue ante Chris Young, en el segundo inning, y el segundo frente al conocido Erasmo Ramírez, en el séptimo, en victoria de su equipo 10-1.
La cifra le sirve para romper el empate con Magglio Ordóñez, quien terminó con 216 en 2007, cuando se llevó el título de bateo de la Liga Americana.
Con poco más de una semana de temporada regular por disputar, el maracayero está a un paso de asegurar el título de bateo en el nuevo circuito. Solo una debacle en la recta final -combinada con un cierre casi perfecto de su compatriota Víctor Martínez- le arrebataría la distinción.
Además, el indiscutible 218 le sirvió para igualar a Rod Carew con la mayor cantidad de un segunda base desde 1937.
El pasado martes Altuve superó los 212 imparables con los que Craig Biggio tenía la marca de más hits para cualquier jugador de los siderales.
Iguala a Cobb
Según la cuenta de MLB Stat of the Day (@MLBStatoftheDay), José Altuve es el primer jugador que consigue, al menos, 216 hits, 44 dobles y 54 robos desde que lo hizo el legendario Ty Cobb en la temporada de 1917. De hecho, el propio Cobb lo logró en la zafra 1911.
El aragüeño de 24 años impuso el registro de juegos con más de un indiscutible para la franquicia al sumar 67, además de los 24 que acumula con tres o más cohetes, también el mejor registro de la organización.
Por si fuera poco, al confirmarse el título de bateo se convertirá en el primer jugador en la historia de los Astros en ganarlo.
“Sé que la gente se ha sorprendido algo por mi temporada, y yo también”, admitió Altuve después de superar a Biggio.
“Me preparé todos los días y trabajo muy duro. No trato de hacer demasiado, sino lo que sé hacer. No quiero desperdiciar turnos sino luchar cada uno de ellos. Esa ha sido la clave este año”, analizó.
Para Altuve el enfoque no ha cambiado, a pesar que en las últimas semanas todos los reflectores están sobre sus hombros.
«Llegué al invierno con una mentalidad de trabajar fuerte y eso no ha cambiado. Solo trato de ayudar a mi equipo y no prestarle demasiada atención a los registros personales”.
Entre Altuve y el título de bateo de la Liga Americana solo hay poco más de una semana de acción de temporada regular.