Irónico resulta para los barquisimetanos ir al mercado y comprar un kilogramo de cebolla, producto que se cultiva en tierras larenses, por Bs. 120. En búsqueda de la economía, amas de casa prueban otras opciones como las ferias de hortalizas, donde la cuenta resulta no menos costosa al pagar Bs. 29 por cada kilogramo de verdura.
Utópico es para el guaro intentar comprar una casa para iniciar una nueva familia, porque al consultar los costos y las formas de pago, debe dar una inicial de Bs, 1.2 millones, para una vivienda de tres cuartos y dos baños, para luego costear asfixiantes cuotas por varios meses. Al movilizarse hacia el mercado de alquiler se encuentran con que el costo mensual de un apartamento supera los Bs. 6.000.
Fundar un pequeño negocio para complementar el ingreso mensual por concepto de sueldos y salarios es aun más complejo.
Situaciones como esta viven las familias de toda Venezuela. Sin embargo, Barquisimeto cuenta con particularidades que nublan el panorama.
El pasado 9 de septiembre, el Banco Central de Venezuela (BCV) dio a conocer las cifras de inflación de los meses junio, julio y agosto, informe en el que sitúan a Barquisimeto en el segundo lugar, como la ciudad más costosa del país (variación de 4,5% del índice de precios), después de San Cristóbal.
Para Jhonny Zafra, economista, Barquisimeto cuenta con complejas peculiaridades que la hacen propensa a ser una de las capitales más costosas del país.
Una de estas es el crecimiento poblacional de las últimas tres décadas, en las cuales cientos de personas se han movilizado por su atractivo comercial.
Para 1857, según censo aplicado y en registro del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Barquisimeto contaba con una población de aproximadamente 152.000 personas. En 2001 el mismo instituto dio a conocer un nuevo índice poblacional, 859.989 personas, que diez años más tarde se convirtió en 996.230 personas.
Al respecto, Zafra comenta que el hecho de que Barquisimeto se vea más afectada por el índice inflacionario del país, en comparación a otros estados, se debe a su alta demanda y escasa oferta, esto a pesar de ser un estado productor.
El especialista se atreve a pensar que gran parte de la producción de hortalizas y alimentos, por ejemplo, es llevada a la región capital, lo que reduce la oferta en los anaqueles locales, generando un aumento del índice de precios, puesto que a menor oferta y mayor demanda se da una aceleración de la inflación.
Encrucijada del mercado
Explica Zafra que Barquisimeto es particular en materia económica. Contar con cuatro salidas comerciales, la convierte en una perfecta encrucijada comercial que facilita el hipercambio y transporte de productos.
Esto la convierte en una ciudad con ventajas comparativas y competitivas excepcionales, mismas que ha sabido aprovechar durante varios años para atenuar el impacto del incremento de su densidad poblacional.
En tal sentido, el especialista niega que el transporte sea una variante de marcada incidencia en los índices inflacionarios. Sumado a que Barquisimeto se encuentra cerca de los suelos de producción y cuenta con uno de los mercados mayoristas más grandes de Venezuela.
Recuerda que Barquisimeto es una polis en desarrollo, cuyo crecimiento se acentuó en 1980.
Afectado por productos regulados
El economista detalla que el cálculo de los índices de precios se realiza a través de una metodología que parte de una cesta de productos,que incluye mercancía regulada, que no representa la realidad económica de todos los venezolanos.
El índice de precios es distinto para cada estado, debido a que el indicador se calcula mensualmente y la inflación venezolana sufre una notable aceleración con efectos espaciales.
En este sentido, recordó que la actual situación es resultado de consecuencias pasadas, ya que desde 2008 se registran bajos ingresos petroleros.
Asimismo, detalló que la restricción en el otorgamiento de divisas para la importación de productos es una medida propia de todo gobierno que pretende lograr un incremento en la producción e importación de sus productos. Correctivos similares se aplicaron en el país en 1983.
Reducir los índices
A juicio de Zafra las medidas requeridas para una disminución del índice inflacionario son propias del Ejecutivo Nacional, por tanto, a fin de que los barquisimetanos sufran en menor sentido el impacto de la inflación la nación debe aplicar un plan de ajustes.
Zafra precisó que se deben tomar medidas como la unificación cambiaria o flexibilización del control de cambio, a fin de exportar e importar productos a precios reales.
Señaló que también se debe liberar las tasas de interés, con el objeto de permitir un cobro real, ya que éstas se sitúan por debajo del índice inflacionario. Como tercera medida considera necesaria la eliminación de controles de precio, ya que mantienen una incidencia directa en la producción. Al eliminar estos controles, la producción y la oferta aumentan y cede la inflación; sumado a un aumento de las tarifas de servicios públicos y del costo de la gasolina.
Zafra considera necesaria la privatización de las empresas públicas a fin de pagar la deuda externa y así desacelerar la inflación.
“Se deben vender las empresas públicas al sector privado y con este dinero hacer que el peso de los intereses no afecten tanto a futuro”, explicó el especialista, quien además expresó que así aumentarían las reservas internacionales y se establecería el precio del dólar.