“En la pugna entre el riachuelo y la roca, siempre triunfa el riachuelo… no porque sea muy fuerte, sino porque es persevante” (H. Jackson Brown)
Barquisimeto ha demostrado en la lucha por su independencia, que la perseverancia es la virtud que sabe vencer los imposibles, el mejor aliado del triunfo. Pensaba que no volvería por este camino grato de la libertad de expresión que la tiranía lleva tiempo tratando de eliminar, sin embargo aquí me tienen de nuevo en la lucha por el derecho que tiene la prensa de informar, por el que tiene el pueblo de vivir informado, por el de las ideas y opinión.
El contenido informativo de EL IMPULSO es total y absolutamente democrático, libre y veraz. Desde su fundación ha sido constante defensor del gentilicio larense, de la libertad de las ideas, igual ha sido destacada su influencia en la evolución del país. Como patrimonio larense lo defenderemos contra cualquier opresión.
Perseveraremos hasta recuperar las perdidas alegrías, los derechos humanos violados tantas veces, el respeto que merecemos, los sueños que abrigamos, el cambio que necesitamos.
La voluntad es el gran asidero con que se cuenta para lograr lo que se quiere, lo que se necesita, se aspira y sueña tener; ella juega papel importante en el campo de la perseverancia, espolea el espíritu para que no se canse y continúe luchando hasta vencer el desafío. Perseverar por lo que se ama, por lo que se ha perdido, por lo que no se quiere perder, por lo que se anhela recuperar, sin importar lo que se tenga que dar a cambio, bien vale el sacrificio que haya que hacer. Libres nacimos, libres nos criamos, nos educamos, caminamos, libres queremos ver a hijos y nietos, libres queremos morir.
Resignación, comodidad, despreocupación, miedo, pereza, indiferencia, falta de voluntad, y descuido son causantes de las grandes pérdidas, fracasos, separaciones, discordias, rupturas y de la misma libertad. Como bien lo dice el líder Leopoldo López en su slogan “El que se cansa pierde”. Si no luchas por ti, por tus sueños, derechos y libertades nadie lo hará; tu doliente y defensor eres tú y nadie más que tú.
El drama de la vida radica en la lucha del hombre con su circunstancia para satisfacerse o impedir su desdicha. Del filósofo Ortega y Gasset aprendimos de su frase “Yo soy yo y mi circunstancia, si no la salvo a ella no me salvo yo”, que somos nosotros y el país, si no lo salvamos a él no nos salvaremos nosotros.
Nunca se siente más la vida que cuando después de una gran incertidumbre y espera surge la decisión de luchar contra la causa de nuestras amarguras. Hemos sido capaces de desafiar el tiempo, de encontrar la razón de nuestras vidas; lejano está el sudario de nuestro funeral; hoy más que nunca ¡Lucharemos! Perseveraremos en nuestro empeño de vivir sin cadenas. La perseverancia ha solucionado y solucionará siempre los problemas de la raza humana, de la lucha de los pueblos contra la tiranía.
Las cosas que se han tenido siempre: empresas, casas, trabajo, educación, campo produciendo, gustos, entretenimientos etc., influyen grandemente en la evolución del hombre y del mundo. Cuando el hombre ve amenazado su patrimonio lo defiende hasta con su vida. Toda causa trae su efecto, todo riesgo su triunfo, toda rebeldía su motivo, toda necesidad su ilusión, toda fe su milagro.
Muerto está quien abandona la lucha, lo está quien entrega su libertad y pierde la esperanza, olvidando que solo quien persevere logrará ver su sueño realizado…
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