La agencia de calificación financiera estadounidense Standard & Poor’s rebajó este martes un escalón la nota de la deuda soberana de Venezuela, a CCC+ ante el «deterioro económico» del país, y advirtió sobre el «riesgo de default de pago en los dos próximos años».
La nota está situada en la categoría especulativa de riesgo elevado, con perspectiva negativa, lo que significa que la agencia podría todavía bajarla más a mediano plazo.
«La recesión económica, elevada inflación y las crecientes presiones de liquidez continuarán erosionando la capacidad del gobierno para pagar sus obligaciones con el exterior durante los dos próximos años», estima la agencia.
S&P precisa que la nota CCC+ corresponde a «emisores de deuda (que) tienen al menos una posibilidad en dos de declarar default en los dos próximos años».
De acuerdo con la agencia, la nueva nota «refleja la mayor vulnerabilidad de Venezuela» así como su «creciente dependencia de precios favorables del petróleo para alcanzar sus compromisos financieros».
Las perspectivas de S&P para la economía venezolana tampoco son las más animadoras, ya que la agencia dijo esperar un retroceso del PIB este año de hasta 3,4% «y otra caída podría seguir en 2005».
Al analizar la política económica, S&P señaló que «sucesivos cambios» en el equipo económico del gobierno en los dos últimos años sigue posponiendo «ajustes de política que serían necesarios para aliviar la escasez, impulsar la actividad económica y fortalecer las finanzas públicas».
En este escenario, S&P dijo esperar «polarización política, política económica errática que empeora tanto la dependencia del petróleo como las inconsistencias macroeconómicas.
Pero inclusive si Venezuela se decide a adoptar medidas de ajuste, «podría no ser capaz de implementarlas por el difícil ambiente político, resultado de la fuerte oposición política y desacuerdos dentro de la coalición de gobierno».
El escenario en que S&P volvería a revisar este panorama debe incluir pasos para «desactivar las tensiones políticas en Venezuela» y la adopción de «políticas económicas pragmáticas» para contener los desequilibrios.
Para Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis, la reducción de la nota venezolana «es una pésima noticia».
«Venezuela tiene necesidades de financiamiento externo y el deterioro de la percepción de riesgo país restringe y encarece el margen de maniobra.
Insisto en que la percepción de riesgo del mercado me parece sobredimensionada. Pero eso es irrelevante, al final son ellos los que prestan», expresó en la red social Twitter.