Monseñor Antonio José López Castillo cuestionó la afirmación del gobernador del estado Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo, quien afirmó que “la gente no ve los milagros de la Divina Pastora, pero sí los del comandante Chávez”.
A su juicio es “un acto de estupidez, con el cual dan muestra de su comunismo ateo, que desprecia a Dios y a la Divina Pastora y por tanto rechaza la fe católica”.
En tal sentido describió la actitud del gobernante como un “doble discurso”, puesto que comentarios como el del mandatario de Portuguesa son “simple ignorancia y desprecio hacia la fe”.
Respecto al “Chávez nuestro”, reiteró que es hacer menos de Dios para poner a un ídolo.
“Quienes dicen estas cosas no tienen ninguna formación ni convicción religiosa. Pero después quieren venir a cargar en hombros a la Divina Pastora”, sentenció el arzobispo de Barquisimeto en visita a esta casa editorial.
“El pueblo venezolano es de fe, y ellos mismos rechazan, de un lado y del otro, estas actitudes… sólo pierden credibilidad”.
Formuló un llamado para no dejarse envolver por el marxismo que a su vez es ateo. A quienes se han sumado a estos comentarios los invitó a leer la Biblia y conocer más de la iglesia cristiana.
Situación EL IMPULSO
Durante su presencia en la sede de este rotativo, el representante de la Iglesia se confesó contento y gozoso de conocer que EL IMPULSO no suspendería temporalmente su circulación, puesto que este diario es “una ventana de libertad, democracia, progreso y paz para nuestro estado y Venezuela”.
Destacó que los medios de comunicación deben ser la voz del pueblo y por tanto disidentes.
Instó a corregir errores de las partes involucradas y abrirse al diálogo.
Recordó que de esta empresa dependen cientos de familia, a quienes pidió encomendarse a Dios y mantener la fe.
Apuntó que situaciones como la de EL IMPULSO “no son voluntad de Dios, sino la voluntad de un régimen comunista fracasado y obsoleto que quiere echarle la culpa al pueblo de su proceder”.
Recordó que la coyuntura vivida por trabajadores de este diario es similar a la de empleados de otras empresas del país, con crítica situación económica.
Modelo económico errado
Señaló que el actual Gobierno “debe” cambiar su modelo económico para abrirse camino en la producción nacional.
“Los problemas que tenemos no se resuelven con captahuellas ni ese tipo de medidas”, agregó monseñor quien señaló que marcar a las personas, como ocurre en algunas colas para comprar alimentos, es propio de la época de Adolfo Hitler.
“A muchos dirigentes políticos les cuesta aceptar sus errores y prefieren echarle la culpa al pueblo, por no asumir su propia responsabilidad. Pero el pueblo conoce y sabe qué ocurre en este país, que está sumido en un desastre económico”.
Pidió al pueblo no doblegarse, resistirse, asumir los sacrificios necesarios y acercarse a Dios.
El representante de la Iglesia católica recordó que sin disidencia no existe democracia.