El Real Madrid, coronado emperador de Europa en mayo, está sumido en las dudas antes de iniciar el martes contra el Basilea (18h45 GMT) la defensa de su décimo triunfo en la Liga de Campeones, tras un mal inicio de temporada, en el que su juego se ha desordenado.
El vigente campeón de Europa acumula incertidumbres en todas sus líneas, desde su portería hasta el área rival. El portero y emblemático capitán del Real Madrid, Iker Casillas, que el viernes celebró sus 15 años en el primer equipo, fue silbado el sábado durante la derrota liguera en casa ante el Atlético Madrid (2-1).
A los ojos del público del Santiago Bernabéu, el guardameta fue el culpable del primer gol de los rojiblancos a la salida de un córner. En seis partidos oficiales esta temporada, Casillas ha encajado ocho goles.
Criticado por parte de la hinchada por su falló en el único gol del Atleti en la final de la Champions (4-1 tras la prórroga) el pasado mayo y por el fiasco de la selección española en el Mundial de Brasil, ‘San Iker’ tiene en los balones aéreos su talón de Aquiles.
El sábado, su entrenador Carlo Ancelotti aseguró que no tenía culpa en el primer gol pero el capitán que levantó la Décima se hizo «responsable» y su reencuentro con el Bernabéu el martes puede ser tenso.
A menos que Ancelotti ceda la titularidad al costarricense recién llegado Keylor Navas. Algo que el propio técnico negó categóricamente este lunes en la víspera de la visita del Basilea.
Además, apartar a Casillas abriría una crisis en el vestuario como la que inició José Mourinho cuando decidió prescindir de su capitán.
– Un centro del campo desequilibrado –
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Al principio de la pasada campaña, el Real Madrid tuvo errores defensivos que se arreglaron gracias a su centro del campo en el que estaban el argentino Ángel Di Maria, que se mudó de la banda al centro del campo, y a Xabi Alonso, cuya vuelta de una lesión en otoño coincidió con un largo periodo de imbatibilidad.
Hoy, esos dos pilares del juego madridista han abandonado el club. Sin la incansable actividad de Di Maria y sin la capacidad de colocación de Alonso, la estructura blanca es frágil. Además, el alemán Sami Khedira, jugador sacrificado y útil para momentos problemáticos, se ha vuelto a lesionar.
En este contexto, los fichajes del colombiano James Rodríguez y el alemán Tony Kroos forman junto al croata Luka Modric un trío de excentrocampistas ofensivos colocados más atrás, con todo lo que ello implica de desajustes defensivos provocados por la falta de automatismos.
«Tengo experiencia en este tipo de recolocaciones con (Andrea) Pirlo o (Clarence) Seedorf (en el Milan)», replicó Ancelotti el sábado por la noche.
«El objetivo es encontrar el equilibrio alineando jugadores de calidad», añadió.
Además las piernas parecen pesarles, como se vio contra la Real Sociedad (4-2) y contra el Atleti.
En ambas ocasiones el Real Madrid tuvo un bajón físico en la segunda parte y eso se puede deber a una preparación demasiado corta por el final del Mundial de Brasil a mediados de julio y la disputa de la Supercopa de Europa ganada (2-0) al Sevilla el 12 de agosto.
Un ataque desorientado
La temporada pasada, el Real Madrid construyó parte de su éxito en un gran contraataque con su trío ‘BBC’ formado por el galés Gareth Bale, el francés Karim Benzema y el portugués Cristiano Ronaldo.
Pero Benzema no estuvo acertado el sábado contra el Atleti y Bale, devorador de espacios, nunca tuvo la oportunidad de correr a la espalda de la defensa contraria.
Solo Cristiano Ronaldo parecía al nivel esperado y marcó de penal pero habrá que ver si el portugués no se resiente de su pierna izquierda, que viene de tenerle en reposo durante 15 días tras darle múltiples problemas al final de la pasada campaña.
Ante la ausencia del prometedor Jesé, que no se recuperará hasta octubre, el principal recurso en ataque que tiene Ancelotti es el mexicano recién llegado Javier ‘Chicharito’ Hernández, que no brilló el sábado en su debut.
El martes contra el Basilea el Real Madrid deberá mejorar mucho, sobre todo para convencer al exigente público del Bernabéu.
