La causa de la escasez de repuestos para vehículos en el mercado tradicional en Venezuela es a consecuencia de la falta de suficiente asignación de divisas por parte del Gobierno nacional a las personas con cualidad jurídica para que adquieran las piezas fuera del país y abastezcan las casas destinadas a esta actividad económica en beneficio de los usuarios, afirman los medianos y pequeños comerciantes encargados de la venta de estos productos que contribuyen a la movilidad del parque automotor.

Por su parte, mientras esta crisis se agudiza, conductores caminan desesperados de un lado a otro tratando de conseguir repuestos, y en caso de encontrar los que buscan, son prácticamente obligados a pagarlos a precios exorbitantes, por lo cual deben decidir si se marchan y los dejan sobre el mostrador del negocio o los llevan para no continuar con el vehículo accidentado.

Algunos comerciantes logran colocar repuestos importados en el mercado nacional, previa suerte de recibir divisas del Gobierno tras agotar todo un proceso requisitorio, sin embargo, cuando se hacen de las piezas obvian la cadena de distribución y se convierten en mayoristas directos irrespetando el margen legal de ganancia del 30%.

De esta manera muchos se aprovechan de la crisis para especular, visto en algunos casos la impunidad sancionatoria por parte de la Superintendencia de Costos y Precios Justos, encargada de monitorear que los precios establecidos se estén cumpliendo.

Elías Bessis, importador de repuestos para el tren delantero de vehículos, indicó que una salida a esta situación es la unificación de la moneda y la preservación del valor del dólar, medidas que viene aplicando el Gobierno con retraso, al asignar divisas bajo el concepto Sicad II.
“El problema del Sicad II es que vamos a terminar pagando en la aduana un arancel de 50 bolívares, lo cual al final encarece el producto”, indicó.

Ejemplificó que en su caso, el mes pasado recibió una mercancía importada cuyo costo real era de 514 mil bolívares, pero terminó pagando cuatro millones y medio de bolívares, “estamos hablando de un aumento del 798%, lo cual afecta el proceso de la venta al cliente”.
En este sentido, precisó que el Gobierno debe colaborar para que esto no siga ocurriendo, en perjuicio del mercado repuestero.

Determinó que otra desventaja para quienes se dedican a vender repuestos es la frecuencia con la que deben acudir al banco, de ser posible tres veces diarias, para que les faciliten divisas a precio Sicad II, y el otro obstáculo es que si solicitan diez mil dólares les dan 5 mil, sin contar con la lentitud en los puertos para desembarcar la mercancía.

Apuntó que muchos empresarios se cansan de seguir los pasos regulares por la ineficacia gubernamental para que les liquiden divisas y se presume migren al mercado paralelo, lo cual le hace más daño a la economía.

Bessis manifestó que ante la poca cantidad de dólares otorgados por el Gobierno nacional para comprar repuestos, se han visto en la imperiosa necesidad de cambiarse al mercado asiático, ya que por la misma situación “es más fácil reunir 100 mil dólares que 300 mil”.

Señaló que el Gobierno, debido a las deudas que mantiene con China, ha cedido a varios repuesteros divisas a precio de Sicad, pero dirigidos al mercado asiático.

Aclaró que en China existen productos de alta y baja calidad, pero depende del comprador venezolano seleccionar las mejores marcas que garanticen el tiempo de uso de los mismos luego de incorporarlos a los vehículos.

Se refirió al caso particular de amortiguadores de estructuras asiáticos traídos al país que resultaron de mejor calidad que los nacionales, porque estos últimos tienen deficiencias de elaboración en cuanto a materia prima.

Explicó que los amortiguadores adquiridos en China a dólares Sicad I cuestan actualmente entre 680 bolívares, mientras los comprados a Sicad II rondan los 2.300 bolívares.

Se eleva robo de carros

Ante la escasez en el mercado de baterías, cauchos, piezas de motores y repuestos integradores de los componentes mecánicos para el parque automotor en el país, los hurtos y robos de vehículos se han incrementado a niveles alarmantes en los últimos meses en Venezuela.

Una fuente ligada a la Policía Científica precisa que de acuerdo al trabajo realizado por este cuerpo detectivesco, la llamada industria dedicada a este tipo de delito opera con mayor fuerza en el país, y en estos momentos se aprovecha del robo de carros para vender los repuestos que no se consiguen en los establecimientos, convirtiéndose de esta forma en distribuidores paralelos.

Manifiesta que debido a esta acción delictiva, dicho cuerpo policial activa un programa de investigaciones dirigidas a desarticular a estas organizaciones que representan una amenaza para los propietarios de automóviles.

En tal sentido, recomiendan a los conductores que se mantengan vigilantes lo más que puedan al momento de dejar estacionado un vehículo en la calle, así sea supervisado por un parquero.

Igualmente, alertan que hasta en los estacionamientos siguen a las víctimas para despojarlos de sus automotores.

Lubricantes tampoco hay

Gobernadores y alcaldes trabajarán en conjunto con Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para evaluar los problemas de distribución de lubricantes y normalizar la entrega de estos productos, informó el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, luego de inspeccionar este sábado la Planta Envasadora de Lubricantes Terminados PDV en el Complejo Refinador de Paraguaná, ubicada en Punta Cardón, estado Falcón, reportó la Agencia Venezolana de Noticias.

Esta es otra realidad del sector automotriz: la falta de lubricantes, lo cual ha incrementado el costo del cambio de fluidos e incluso, la imposibilidad de hacer la reposición en los tiempos exigidos de acuerdo con el kilometraje de cada vehículo.

En transmisión de Venezolana de Televisión, Arreaza explicó que la planta de lubricantes presenta un nivel de producción de máxima capacidad, condición que revela que los problemas recaen en la fase de distribución de los lubricantes.

Para resolver esta dificultad indicó que toda la estructura de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) trabajará con los gobernadores y alcaldes del país para «evaluar minuciosamente los problemas de distribución y garantizar y normalizar definitivamente» la distribución de estos productos.