Dios nuestro único Padre, Maestro y Guía

En Mateo, capítulo 23, el evangelista expone que Jesús le hablaba al pueblo y a sus discípulos, les decía que obedecieran a sus maestros de la Ley los cuales ocupaban el puesto que dejó Moisés; pero les insistía en que no los imitasen, porque ellos enseñaban pero no practicaban.
Todo lo hacían para ser vistos por los hombres y sentirse importantes. Les recordaba que sus maestros buscaban ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados en las sinagogas, de igual forma les agradaba que los saludaran en las plazas y los llamasen Maestro.
De acuerdo con Mateo, Jesús los exhortaba con estas palabras: “Lo que es ustedes, no se dejen llamar Maestro, porque no tienen más que un Maestro, y todos ustedes son hermanos. No llamen Padre a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre, el que está en el Cielo. Tampoco se dejen ustedes llamar Guía porque ustedes no tienen más Guía que Cristo. El más grande entre ustedes se hará el servidor de todos. Porque el que se pone por encima será humillado, y el que se rebaja, será puesto en alto”.
Con estas enseñanzas Jesús les inculcaba en primer lugar que tenían que ser humildes, pues sólo así serían loados y en segundo término, que sólo Dios que está en el Cielo, debía reconocerse como el único que está por encima de cualquier ser humano. En tal sentido el mismo Jesús nos dejó el Padre Nuestro como la oración a través de la cual podemos dirigirnos a Dios que es nuestro Padre. En pocas palabras recoge lo que cualquiera de nosotros puede pedirle al Creador.
Son estas reflexiones las que me hacen expresar que es tal el grado de depravación al que han llegado algunos seres humanos, cuando vemos cómo una la infeliz fanática del chavismo: María Uribe, delegada de un taller de diseño de formación socialista el jueves 28 de agosto de 2014, tuvo el atrevimiento de leer un padre nuestro dedicado a Chávez, en el cierre de dicho evento.
Allí estuvo presente Nicolás Maduro a la sazón presidente de la república, por lo tanto máximo representante de todos los venezolanos: chavistas, opositores, niños, jóvenes, adultos, ateos, evangélicos católicos, comunistas, etc. Debe acotarse que nunca ningún líder, comunista, socialista, brahmán, budista, católico, judío, islámico, había tenido el arrojo de ensuciar la persona e imagen y enseñanzas que para toda la humanidad, ha dejado Jesús. Es por ello que el ciudadano presidente de todos los venezolanos nunca ha debido permitir que tremenda blasfemia pudiera esbozarse. Debe recordar el señor Maduro que miserable atrocidad constituye una ofensa para millones venezolanos y hermanos de otras nacionalidades seguidores de Jesucristo no sólo en Venezuela sino en el mundo entero.

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