Reconocidas figuras de nuestro Barquisimeto querido nos contaron cómo sienten y viven la ciudad con motivo de su 462 cumpleaños.
Una nueva historia se teje cada día a través de sus letras, su música, su arte, su conexión con la gente que los sigue.
Estas páginas, en las cuales hemos reflejado su crecimiento, proyectos e inquietudes, dejan ver en esta particular edición, su sensibilidad hacia la ciudad de los crepúsculos. En definitiva, su casa, terruño que abrazan, hurgan y descubren.
Les preguntamos:
1.- ¿Su vínculo con la ciudad? ¿Qué los mantiene unidos a Barquisimeto?
2.- ¿A qué sabe Barquisimeto?
3.- ¿A qué huele?
4.- ¿Cómo suena?
5.- ¿Cómo ves, sientes y vives la ciudad?
6.- ¿Cómo se lee?
7.- ¿Una tradición?
8.- ¿Un lugar?
9.- ¿Un recuerdo o afecto?
10.- ¿Capital Musical o Ciudad Crepuscular?
11.- ¿Su deseo para la ciudad?
12.- ¿ Barquisimeto, de día o de noche?
13.- ¿Un barquisimetano (a) admirado?
14.- ¿Ciudad moderna o provincia?
Aquí, sus respuestas:
Henry Linarez: “Mi ciudad huele a bendición”
1.- Soy un guaro pelao. Amo el clima de Barquisimeto, amo a mi familia.
2.- Barquisimeto sabe a suero con arepita caliente y un aguacate glorioso.
3.- Mi ciudad huele a bendición.
4.- ¡Cam-Bur-Pin-Tón!
5.- El futuro de mi país ha sido procesado en Barquisimeto, siento la fuerza y el conocimiento de muchos jóvenes dotados para conquistar. Vivo en una tierra prometida.
6.- Simplemente EL IMPULSO.
7.- Serenatas.
8.- El Teatro Juares.
9.- Mi liceo Rafael Monasterios.
10.- Más musical que nunca, pero golpeada por las malas gestiones culturales.
11.- Que la ley sea respetuosa en la paz.
12. -De mañanita.
13.- Mario Luis Suárez, apóstol del Centro de Alabanza Oasis Venezuela; por su trabajo incansable en la obra de Dios que contribuye al crecimiento integral de los ciudadanos.
14.- Soñando ser moderna, pero por siempre provincia.
Karla Segura: “Barquisimeto suena a tamunangue”
1.- Aquí crecí, me formé y trabajo. Queda mucho por hacer, mucho que sembrar.
2.- Barquisimeto sabe a arepita caliente con mucho suero.
3.- Huele a pancito dulce (acemita), a tranquilidad, a oportunidades.
4.- Barquisimeto suena a tamunangue. Cuna de grandes representantes del género y de tantos ritmos y músicos como Pablo Canela.
5.- La veo bonita, organizada, pujante. Falta por hacer, pero es tarea de todos.
6.- Hay muchos talentosos escritores, guionistas y periodistas que nos llenan de orgullo.
7.- La procesión de la Divina Pastora, bien sea caminando o trabajando en la cobertura periodística.
8.- La Flor de Venezuela. El Santuario de la Virgen de Santa Rosa.
9.- Hay muchos recuerdos bonitos de mi infancia. Aprendí a pasear en bicicleta en el Parque Ayacucho, me encanta visitar el zoológico con mi mamá y hermana. Toda mi formación educativa ha sido aquí, en el Colegio Inmaculada Concepción y luego en la Fermín Toro.
10.- Las dos cosas. Bellos los atardeceres cargados de nubes coloridas y la música definitivamente es vida, sentimientos, recuerdos, mensajes.
11.- Que sea una ciudad segura, donde podamos disfrutar, caminar cada ícono, cada boulevard.
12.- Cada horario tiene su encanto.
13.- Armando Segura, médico entregado a su labor en el Pastor Oropeza.
14.- Ciudad moderna, en constante crecimiento. Ciudad bonita, con parques, plazas, con gran auge en cuanto a teatro, conciertos, de excelente ubicación geográfica y clima.
Xiomary Urbáez: “Hay que leerla desde el rincón de lo desconocido”
1.- Aquí pertenezco. Aquí está la única realidad tolerable: tres hijos, anclas de mis circunstancias. Aquí está el espacio sagrado, en el que encierro mi condición humana. Aquí respiro y, de vez en cuando, me abandono a lo impalpable. Barquisimeto es mi hogar.
2.- A beso inquieto, en una noche imaginada. Al néctar añejo, con el que brindo por sus 462 años.
3.- Tiene el aroma trashumante de la tierra perdida en el asfalto. Pero en las mañanas, todavía me embriaga el olor del café recién colado, con el sol a medias, somnoliento, en la ciudad arañada por los tintes verdes -a veces desteñidos- del valle que riega el menguado río Turbio.
4.- A ráfaga asordinada, a miedo, a trajín, a sirenas, a caos, a hastío, a rutina… A veces suena a bestia humana, que en sangre de su sangre, procura el alimento. Pero cuando llueve, surge limpia, enjuagada por el llanto de las nubes, ahogada con sus sollozos.
5.- A través de lo que más amo en la vida: Dios, mis hijos, la vida misma.
6.- Hay que leerla desde el rincón de lo desconocido. Hay que leerla en los Cuentos de espantos, aparecidos y otras yerbas, de Salvador Garmendia.
7.- La Divina Pastora.
8.- Mi apartamento, desde donde disfruto el privilegiado paisaje del valle.
9.- Recuerdo las miradas íntegras, en los rostros del habitante ¿Quién sabe?… A lo mejor, eran solo espejismos en un mundo inventado.
10.- Ambas. Se inflama el cielo cuando se cuelga el sol; no hay crepúsculos como los de Barquisimeto. Tampoco hay danza como el tamunangue.
11.- Seguridad.
12.- De día. Tristemente calificada como una de las urbes más violentas del mundo, en Barquisimeto, la noche no es buena compañera.
13.- Mi respeto para el ciudadano común. A pesar del dolor ¡cuánto dolor!, no hay blanco fácil, ni miedo arrebatado. Yo creo en la gente de Barquisimeto, porque en sus linderos, amanecer y ocaso, a diario se repiten.
14.- Es nómada, es inmortal… Es un enigma que fusiona el pasado y el futuro, en un perpetuo hoy. Es un espacio que se ensambla, para resistir la eternidad.
Zakarías Zafra: “Estudiemos música y no le demos la espalda a los atardeceres”
1.- Barquisimeto es mi historia y mi intramuros. En ella me he reescrito muchas veces. Me he inventado y vuelto a perder, me he detenido y pasado de largo. Barquisimeto es una habitación con una sábana larga, llena de sombras familiares. Mi vínculo con ella es de amalgama, de espejismo, de episodio.
2.- A los sabores que te agarran por sorpresa de madrugada: tragos, comidas, bocas, y un etcétera no muy largo.
3.- Cada tramo de la ciudad huele distinto. No hay un único olor. Tiene que ver más bien con la proximidad, con caminar más lento, bajar los vidrios, hablar de cerca.
4.- Suena a ladridos, a cubiertos, a carro atravesando la noche. Hay algo también en las voces de mis amigos.
5.- Hay tantas ciudades como compañías. Las casuales, las permanentes, las irrepetibles. Mi ciudad es la de mis cómplices. La vivo siempre por un “quién”.
6.- Barquisimeto es una página en blanco. Tiene un “todo por hacer” que la distingue. Por eso, más que leerla, provoca escribirla siempre.
Barquisimeto es de cuadernos. De peñas y de anónimos, de lápices y vasos cortos.
7.- En Barquisimeto casi todas las cosas se repiten por gusto. Es parte de su gracia, de su programa. El ejercicio es conservar el asombro.
8.- Cualquiera donde la ciudad tenga suficiente altura para mirarse a sí misma.
9.- Las tardes a la salida del colegio San Vicente, las cachapas los sábados con mi papá, los helados de fresa después de misa. Son muchos.
10.- Estudiemos música y no le demos la espalda a los atardeceres. Tal vez seamos una mejor ciudad.
11.- Que nos invite, que no deje de recibirnos.
12.- De noche y con las ventanas abiertas.
13.- A Freddy Castillo, un pensador elegante, con una cultura que da vértigo. Es un amigo y un maestro no declarado. Tiene una gentileza arrolladora.
14.- Es una ciudad en proceso. Está siempre en eclipse brillante, como a medio camino entre la maravilla y la indecisión. Creo que a Barquisimeto hay que demolerle un poco la añoranza. A esta ciudad hay que enseñarla.