No basta que llueva

La sequía, o el verano, como los campesinos la llaman coloquialmente, fue tan fuerte en el municipio Torres que las lluvias que están cayendo en algunos sectores no son suficientes para solucionar los graves problemas que han quedado como secuela.
Como ejemplo de esta situación simplemente leamos lo que escribe Rafael Carrasco, presidente de la Unión de Productores de Montecristo: ”En la zona de Montecristo se tuvieron que vender mautas y novillas que representaban el reemplazo de la unidad de producción. Vendimos estos lotes de animales por ser los más susceptibles al verano (falta de agua): bajan muy rápido su condición corporal y por ello son más propensas a las enfermedades clostridiales debido al estrés intenso que tienen que soportar.
Otra secuela del verano es que vacas que estaban en producción no se preñaron en su debido momento porque no salieron en celo por su baja condición corporal. Hubo un porcentaje muy alto de vacas diagnosticadas vacías que llegó a estar por el orden del 52%.
Estos nos coloca en una situación muy crítica porque si las vacas que estaban en producción que fueron las que nos ayudaron a pagar el silo, el alimento concentrado y las pacas, no están preñadas y no tenemos animales jóvenes (novillas preñadas) de reemplazo para esas vacas, no vamos a tener leche vender en un futuro cercano.
Otra secuela es que se tuvo que disminuir la mano obrera de la finca porque lo producido es para pagar el silo, el alimento concentrado y las pacas para las vacas en producción. Fincas que tenían 2 obreros fijos y 4 eventuales tuvieron que quedarse en algunos casos con un solo obrero.
Ahora gracias a dios ya están cayendo las primeras lluvias pero muchos productores se han tenido que ir con los pocos animales que le quedan a otro estado, alquilando fincas para esperar hasta 120 días para que su finca logre una recuperación más rápida”.
Pero este drama que dejó como secuela la prolongada sequía no afecta únicamente a los ganaderos, también los cañicultores ven comprometido su futuro, al punto que muchos de ellos no saben si sus siembras podrán ser recuperadas, ya que se requiere de altas inversiones que no tienen a la mano y por otra parte argumentan que este rubro no tiene la rentabilidad minima para su equilibrio económico.
Por todas estas razones los ganaderos y cañicultores del municipio Torres le están pidiendo con carácter de urgencia al gobernador Henri Falcón una reunión con el objeto de buscar entre el Ejecutivo Regional y el sector privado, soluciones conjuntas que permitan la subsistencia de sus rebaños y los sembradíos de caña.
Es importante señalar que el municipio Torres produce el 15 por ciento del azúcar nacional y en ganadería es una referencia importante debido a que en esta región se encuentra al menos un cincuenta por ciento de los animales Raza Carora bajo registro de Asocrica. Por ello la participación activa del gobernador Falcón en la solución de los problemas que ha dejado la sequia es fundamental para que Torres se mantenga como un polo de producción de alimentos, renglón fundamental en momentos cuando en Venezuela existen pocos dólares para la importación de comida para el pueblo.