En la mañana de ayer, los cinco tripulantes a bordo de un vehículo marca Ford, modelo Zephyr, color rojo, que sirve de rapidito a la línea Rioclarense, se sorprendieron al ver cómo otro vehículo marca Ford, modelo Fiesta, color blanco, perdía el control y se estrellaba contra un montículo de tierra ubicado a pocos metros de un club deportivo en la vía que comunica la capital del estado con la población de Río Claro, en la parroquia Juares.
La inusual escena hizo que el conductor del vehículo rojo, Santos Sequera, de 45 años de edad y quien opera como conductor desde hace tres años, intentara una maniobra de evasión que ocasionó el mismo resultado: la colisión contra el mismo muro.
Los cinco tripulantes del rapidito, además del conductor del carro blanco, único a bordo de ese vehículo, resultaron lesionados y fueron trasladados a clínicas privadas o centros hospitalarios, todos ilesos.
Se conoció que, al parecer, José Antonio Pérez, de 23 años de edad, había perdido los frenos de su Ford Fiesta, aunque los familiares de Sequera, indicaron que este conductor estaba en estado de embriaguez.
De cualquier forma, se supo que Sequera es padre de cuatro menores de edad, y el sustento que recibe como conductor de la línea Rioclarense, le permite mantenerlos, además de su esposa.
Sus familiares indicaron que, debido a lo sucedido, “ahora no saben cómo harán para seguir haciendo lo que generaba la principal entrada de su familia”. De igual forma, agradecieron a Dios porque los daños sólo hayan sido materiales. En el lugar del accidente, quedaron rastros de la magnitud del golpe. Partes de ambos vehículos permanecían desparramados.
Minutos después del accidente, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, destacada en el punto de control de El Garabatal, se acercaron hasta el lugar y levantaron los daños.