El pasado viernes, en horas de la noche, en el Fuerte Manaure de la ciudad de Carora, en el municipio Torres, murió Rafael Ángel Rodríguez Riera, de 26 años de edad, y quien era un soldado del Ejército Bolivariano de Venezuela, adscrito a esa dependencia castrense.
La causa, según la información oficial, se debió a la explosión de una «granada fallida», es decir, una granada que habría quedado de un entrenamiento anterior y que, por descuido, la víctima había tomado y le explotó en la mano. Las esquirlas, provenientes de dicho dispositivo, le causaron la muerte de forma instantánea, mientras que dos de sus compañeros que estaban cerca del incidente habrían resultado heridos por el alcance del arma. Se conoció que uno de ellos, fuera de peligro, fue llevado a un centro hospitalario de la capital torrense; mientras que el otro, con heridas en el rostro, fue ingresado a una clínica privada de la capital del estado Lara.
El soldado, quien vivía en el sector Ruiz Pineda de Barquisimeto, fue trasladado en la furgoneta del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas en horas de la noche, después de que arribasen al lugar para hacer los estudios de rigor. Por su parte, según allegados de la víctima que se encontraban en la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, explicaron que, haciendo un recorrido por el lugar de entrenamiento de los soldados, Rodríguez Riera encontró una granada que, al parecer, lucía ya activada. Sus compañeros, hoy heridos, le exhortaron para que dejara el dispositivo en la zona por su seguridad. Sin embargo, este hizo caso omiso de la advertencia y, al tomar la granada y levantarla, la misma se activó y explotó.
Tenía antecedentes
Quien pertenecía al Ejército Bolivariano, Rafael Ángel Rodríguez Riera, estuvo detenido por el presunto delito de robo al transporte público, hecho ocurrido en el barrio Jacinto Lara, al oeste de la ciudad en el año 2007.
Al parecer, en compañía de otro sujeto, Rodríguez Riera se había montado en una unidad de la línea San Remo, sacó un arma y despojó a los pasajeros de sus pertenencias, entre ellos 12 mil bolívares a uno de los tripulantes. Posteriormente, se bajó de dicha unidad en la entrada principal del barrio mencionado, pero el conductor del transporte público ubicó a una comisión policial metros después, a quienes le indicaron lo sucedido y señalaron a qué vivienda se habría refugiado. Los sujetos fueron apresados.
Estuvo recluido en el Centro Penitenciario David Viloria, pero quedó en libertad debido a la falta de pruebas oportunas que debía presentar el Ministerio Público.
Atahualpa Lara
Foto: Ángel Zambrano