La cédula de identidad de una ciudad es su casco histórico, reflexionó la profesora Yuyita Chiossone durante un recorrido, junto a los reporteros de este rotativo por las viviendas que integran el centro fundacional de Barquisimeto.
Es el lugar por excelencia de propios y visitantes.
“Nuestro casco histórico está en ruinas”, lamentó la presidenta del Banco de Sillas de Ruedas (Bandesir).
De su conclusión no queda duda. El colapso de estos inmuebles salta a la vista.
Todas las viviendas coloniales de la calle 24, acera este, son hoy noticia, no por su valor histórico y cultural, sino por el deterioro que los carcome producto de numerosos males, improvisaciones, la indiferencia y la falta de voluntad política.
Pareciese que el Casco Histórico no es prioridad. Se emiten respuestas y apuran soluciones ante la gravedad del asunto y el posible desplome de más techos o paredes.
No vale detenerse en las fachadas. Es preciso entrar para familiarizarse con el olor a humedad, los pisos levantados, el friso caído, los techos de caña brava desprendidos, la maleza, los nidos de comején, los escombros y los solares en su peor estado de desidia.
Esa es la realidad de la Sociedad Amigos de Barquisimeto (Fundasab), la herrería del maestro Pedro, la casa de los Gil París, la casa de los Chiossone Ríos y el Teatro Profesional de Lara. Sin mencionar los inmuebles que se encuentran en las demás manzanas que integran el casco.
Recordando
Todas estas casas tienen su origen en la herencia del general Juan Bautista Rodríguez.
Sus hijos construyeron esos inmuebles que fueron heredados generación tras generación, recordó Chiossone.
Por otra parte, se conoció que la herrería del maestro Pedro funciona desde el año 49.
“Es una de las primeras herrerías de la ciudad. La pared nos cayó encima hace un año. Los bomberos prometieron ocuparse de los escombros pero siguen allí. Tengo sepultadas sillas y mesas”, dijo Pedro Martínez.
La señora María Gil de Iglesias, destacó que la vivienda de los Gil París es patrimonio de esa sucesión.
“Fue el primer seminario de Barquisimeto, nominalmente. El arzobispado lo adquirió para ello pero luego, monseñor Águedo Felipe Alvarado lo vendió. Eso fue entre 1850 y 1860, aproximadamente. Es uno de los inmuebles más antiguos de la zona”, dijo.
La casa donde funciona el Teatro Profesional de Lara es nada menos que la casa natal de Julio Garmendia, el cuentista venezolano más importante de nuestra literatura.
Hoy día, varias habitaciones están clausuradas por el desplome de los techos. Cuando llueve, las filtraciones se aprecian por distintas partes.
La casona de Fundasab, dijo el abogado, docente y columnista, Francisco Cañizales Verde, conocida como la Casa Bonita de Barquisimeto, es uno de los inmuebles más representativos de la ciudad.
Fue la sede de la primera universidad que existió en Barquisimeto, de 1884 a 1901.
Esa universidad era de tres escuelas: Medicina, Derecho y Ciencias Eclesiásticas. Su primer rector fue el doctor Luis María Castillo, una de las más eminentes personalidades de la época por su formación cultural y científica. Era filósofo, escritor, abogado y doctor en derecho.
La universidad formó médicos como el doctor Gualdrón y tuvo como docentes a Eleodoro Pineda, Antonio María Pineda, Luis Razetti, entre otros.
En 1936 la casa fue sede del Liceo Lisandro Alvarado. Luego estuvo el Conservatorio de Música.
“Casi siempre, esa vieja casona tuvo fundamentalmente una función cultural y docente”. Cañizales Verde mencionó que las otras casas han sido viviendas familiares de gente muy ilustre de Barquisimeto de principios de siglo y del siglo anterior.
“En torno a la iglesia San Francisco y la Plaza Lara tuvo lugar el desarrollo social, cultural y científico de Barquisimeto, todo lo que hoy conocemos como zona histórica y que se está cayendo”.
Se fumigaría esta semana
La arquitecta Claudia Rodríguez informó que representantes del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) se acercaron hasta el Centro de Historia Larense a fin de conocer el estado del Casco Histórico.
Nombraron un representante en Barquisimeto, específicamente al Gabinete de Cultura del estado Lara, ente que se incorporará a las reuniones que sostienen los afectados los miércoles. “Los funcionarios conocieron el problema y se llevaron el diagnóstico para levantar un informe y avalar las diversas solicitudes ante el Consejo Federal de Gobierno y en consecuencia, autorizar los recursos que están diferidos”, explicó la especialista en restauración.
Emica, gestionará los recursos ante las instancias en competencia. Hidrolara, facilitó los planos del sector para determinar cómo secar un poco los suelos. Corpolara espera por una memoria descriptiva y distribución del trabajo. Malariología, capacita a las personas que realizarán la fumigación.
“Se fumigará la manzana de la calle 24 y la iglesia San Francisco. Se utilizarán 40 litros de veneno”.
“Se limpiarán los solares de basura y árboles. Luego se efectuará una fumigación profunda. Los vecinos se encargarán de la limpieza de sus solares porque ni la Gobernación ni la Alcaldía tienen cuadrillas”.