El sacudón sólo fue un parto de los montes
Después de muchas reuniones y encerronas por fin la MUD se reestructuró, al menos eso fue lo que informaron públicamente. 27 organizaciones políticas así lo decidieron. No nombraron a ningún Secretario General sino que parece será una directiva colegiada quien la dirigirá y desaparece el tal G-7. Eso supone que deberá haber una mayor amplitud en la toma de decisiones y una democratización de las mismas. Esperemos que así sea. Me anoto en el grupo que piensa que la unidad es indispensable para poder enfrentar en todos los planos, en especial en el electoral, a este régimen castro comunista. Ante el inmenso poder, el control total de todos los poderes, el ventajismo, trampas, abuso de poder y el uso grosero de los recursos del Estado no queda de otra que unirnos, pero una unión sólida, fuerte, desinteresada, franca, sin jugar a posiciones adelantadas, de todos los sectores de la sociedad venezolana que no comparten el proyecto comunista que nos desgobierna en la actualidad. No hay otra vía. Todos unidos contra el castro comunismo destructor del país. Lástima que el primer llamado de la nueva MUD, por llamarla de algún modo, fue un fiasco. Las cacerolas se quedaron mudas y siguen vacías.
Esta nueva MUD debe asumir posiciones más aguerridas, agresivas, sin miedo, siempre dentro de la Constitución, porque esta prevé las vías para obligar a un gobierno que se sale de la misma a regresar a ella. La calle es del pueblo eso está escrito y aun si no lo estuviese, sigue siendo del pueblo. El pueblo es el poseedor del poder originario y como tal puede hacer lo que crea correcto de hacer y hacerlo si tener que pedirle permiso a nadie y menos a estos usurpadores, destructores, corruptos, incapaces y traidores vende patria. La desobediencia civil es constitucional cuando se dan unos supuestos. Y este régimen castro comunista ha pasado la línea roja del respeto a la gentes, de violación de todos los derechos humanos, y del abuso y atropello desde hace ya mucho tiempo. Y es tiempo de meterlos en cintura. La MUD, conjuntamente con toda la sociedad civil, está en la obligación de hacer funcionar todos los mecanismos constitucionales de que se disponen.
Ya es tiempo de acabar con el torneo floral, la época de sumisión pasó, de aceptar todo lo que digan ellos y amén. Usando el leguaje preferido del gobierno chavista, castro comunista, estamos en tiempos de guerra y lo que se avecinan son batallas. Batallas en todos los órdenes. En los sindicatos, en las empresas, en las universidades, en los colegios profesionales, en todas las asociaciones de todo tipo. En la calle. No es poco lo que está en juego. Es el país. Es nuestra identidad. Es el futuro de nuestros hijos y nietos. Es Venezuela. Y que quede claro, no estoy llamando ni insinuando desestabilización alguna ni nada que se le parezca. Solo estoy haciendo uso de disposiciones que están claramente señaladas en la Constitución de mi país. Y que además me y nos obligan a ejercerlas. Tarea nada fácil pero que este pueblo, en varia oportunidades, ha sabido ejercer y ha salido victorioso.