Kei Nishikori y Marin Cilic protagonizaron el sábado una de las jornadas más sorpresivas en un torneo de Grand Slam y chocarán en la final del Abierto de Estados Unidos.
Nishikori se convirtió en el primer tenista nacido en Asia que avanza a la final de un torneo de Grand Slam al derrotar el sábado en cuatro sets a Novak Djokovic.
Más tarde siguieron las campanadas, y el croata Marin Cilic doblegó con facilidad 6-3, 6-4, 6-4 al suizo Roger Federer. Enfrentará al japonés en la final del lunes.
Es toda una anomalía, en comparación con el sentido de normalidad que hubiera revestido un duelo Djokovic-Federer —primero contra segundo preclasificado y ganadores de 24 títulos de torneos del Grand Slam en forma combinada.
El japonés es décimo preclasificado y Cilic 14to. Ninguno había aparecido jamás en la final de un torneo grande.
Nishikori ganó 6-4, 1-6, 7-6 (4), 6-3 en una jornada calurosa y húmeda en Flushing Meadows.
«Es increíble, es una sensación increíble ganarle al número uno (del mundo)», dijo Nishikori al ser entrevistado a pie de cancha.
El nipón de 24 años había jugado un par de maratones de cinco sets en cada uno de sus dos partidos anteriores, en los que estuvo más de ocho horas y media en cancha. Sin embargo, lució más fresco ante Djokovic, conocido como uno de los hombres con mejor condición física en la ATP.
«Sencillamente jugó mejor que yo en estas condiciones», admitió Djokovic.
Nishikori es entrenado por el estadounidense Michael Chang, quien en 1989 conquistó el Abierto de Francia a los 17 años.
«Hemos trabajado súper bien», expresó Nishikori al referirse a Chang y su otro entrenador, el argentino Dante Bottini. «Por eso estoy aquí».
La temperatura en el estadio Arthur Ashe alcanzó los 37 grados centígrados al comienzo del encuentro, sin contar la humedad de cerca de 70%. Nishikori ganó el encuentro en 2 horas, 52 minutos.
Djokovic, quien disputó las cuatro últimas finales del US Open, superó a Andy Murray en cuatro agotadores sets en los cuartos de final. Pero el serbio nunca estuvo a gusto el sábado, y se pasó la mayoría del partido corriendo de lado a lado de la cancha, mientras Nishikori controlaba los intercambios.
«Sencillamente no fui yo mismo», concedió Djokovic.
En el desempate del tercer set, Djokovic cometió cuatro errores no forzados y una falta doble. Nishikori después le quebró el saque al comienzo del cuarto, y Djokovic desperdició tres puntos de quiebre en el siguiente game.
Nishikori ganó cinco de los siete puntos de quiebre que tuvo, mientras que Djokovic sólo aprovechó cuatro de 13.
«Aparte del segundo set, mi desempeño hoy no estuvo ni cerca de lo que hubiese querido», comentó el serbio. «Muchos errores no forzados, muchas pelotas cortas».
Chang, nacido en Nueva Jersey de padres de Taiwán, sabe algo sobre triunfos históricos. Cuando conquistó el título en Roland Garros, se convirtió en el tenis más joven que gana un Grand Slam.
En ese torneo derrotó a Ivan Lendl y Stefan Edberg, quien ahora se desempeña como entrenador de Federer.
Nishikori se perdió algunos torneos de preparación para el US Open por una infección en un dedo gordo, y el japonés temía no estar en la condición ideal para encarar el último Grand Slam de la temporada. En cambio, sigue en pie hasta el último partido.
«Supongo que me encanta jugar partidos largos», señaló con una sonrisa.